El presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría seguirá con atención la decisión que adopte el Senado respecto a la nominación del experto electoral, Andrés Tagle, para integrar el organismo. Y es que de ser ratificado podría destrabarse la falta de quórum de que ha adolecido la instancia para tomar las decisiones que debe adoptar en un año electoral como 2016.
- ¿Está paralizado el Servel?
- El Servel está funcionando, están claramente definidas las funciones, de manera que la dirección, con todos los funcionarios están cumpliendo las tareas que tienen, pensando en las elecciones del 23 de octubre. Pero hay otras que están reservadas y que requieren del acuerdo del consejo. Enfrentamos desafíos que tienen plazo, por ejemplo, teníamos que aprobar el presupuesto del año 2017. Además de dejar afirmadas y profundizar todo lo que son las nuevas facultades fiscalizadoras, tenemos pendiente también, no muchas, algunas juntas electorales que son las que sortean a los vocales, que reciben sus excusas y en definitiva nombran a los delegados que son los jefes de locales. Otro ejemplo, en la tabla del 7 de julio que cuando ocurrió el tema de Juan Emilio Cheyre, yo había hecho una propuesta que tiene que ver con las instrucciones de carácter general que tenemos que dictar como consejo, para los organismos que participan en las elecciones y eso no lo hemos podido aprobar y en unos días más se van a inscribir las listas, pactos, subpactos. Y todo el tema del problema que surge con los cambios de domicilio. Es un avance que se haya enviado el nombre del reemplazante de Gonzalo Molina -que renunció el 14 de abril-, pero todavía está pendiente la tramitación que requiere de dos tercios.
- El Servel viene saliendo de una polémica con la NM y ahora esta situación a raíz del procesamiento de Cheyre, ¿cree que la institucionalidad de la entidad se ve afectada?
- En definitiva si son bien enfrentados y resueltos, no tendrían por qué afectar lo que es el funcionamiento y rol del Consejo Directivo. Siendo 4 enfrentamos todo el proceso de primarias que no estuvo exento de problemas, pudimos adoptar los acuerdos y tomar las medidas necesarias. Tengo la preocupación de lo que va a pasar esta semana porque uno ha visto como ya hay senadores que han planteado su negativa a aprobar el nombre propuesto por la Presidenta. Hay elementos que de alguna manera establecen incertidumbre para que se pueda resolver esto rápidamente. Claro, va a depender siempre del legislativo. En 2013, cuando se nombró el primer consejo, recuerdo que entre que comparecimos a la Comisión del Gobierno del Senado y se dio cuenta en la Sala, el tema se resolvió en siete días.
- ¿Y espera esa misma premura o cree que esto se va a dilatar?
- Lo primero es la preocupación que planteé en su momento cuando Juan Emilio Cheyre señaló su intención de renunciar y a la que se sumó el consejero José Miguel Bulnes. El riesgo de no poder funcionar es un tema que para algunas personas podría ser absolutamente menor respecto de otras consideraciones, pero al presidente del Consejo Directivo hay que pedirle cuentas por las decisiones que pueda tomar para garantizar el funcionamiento de un órgano tan importante como este en un año electoral.
No sé cómo se va a dar el debate en el Senado, lo único que constato es que será distinto a como se dio cuando se nombró el consejo. Hay que recordar que la propia comisión Engel planteó un procedimiento distinto para la selección de los consejeros, a mí me habría gustado una mujer y se lo expresé al entonces subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado.
- ¿Esa aspiración se pudo haber concretado en esta ocasión?
- Lo planteé antes de que se hiciera la propuesta de Andrés Tagle. Pero bueno, las cosas no dependen de uno y eso nos obliga a trabajar con quienes el Ejecutivo y el Legislativo nos nombren.
- ¿Cómo ve el rol del gobierno? El reemplazo de Molina se pudo haber resuelto hace rato y el consejo no estaría en esta situación, sin quórum.
- Obviamente que hubo posibilidades de haber previsto lo que podía ocurrir. Era parte de las facultades del Programa de Derechos Humanos, del Ministerio del Interior, pedir el procesamiento de uno de los miembros del consejo, iba a haber una resolución y lo que podía generar.
- ¿Ha hablado con Alfredo Joignant?
- Él fue bien explícito cuando se excusa de asistir, plantea algo que es legítimo y lo entiendo perfectamente por su situación personal, familiar. Él hace un balance entre lo que puede significar su compromiso con los derechos humanos y su responsabilidad frente al tema electoral que se viene y donde es necesario que esto funcione. Los últimos días nos comunicamos y vamos a seguir conversando. Hay que esperar, estas son decisiones de carácter personal.
- ¿Cree que el consejero Joignant dé el quórum esta vez?
- Uno siempre tiene que privilegiar la conversación y no se tiene que partir con perjuicios respecto de estos asuntos. Vamos a seguir insistiendo y creo que se debiera llegar a algún acuerdo, alguna salida tiene que haber y esa es la esperanza que tengo. Para eso estamos trabajando.
los desafíos del servel para el próximo año
Pese a que la permanencia o salida de Juan Emilio Cheyre ha despertado la curiosidad de la ciudadanía y la prensa, la principal preocupación de Patricio Santamaría es otra.
Y es que 2017 será un año clave para el organismo, ya que deberá afrontar los mayores desafíos desde que se creó en 1925.
"Subimos el presupuesto de 2017 porque hubo que considerar primarias, presidenciales y primarias parlamentarias", explica el abogado.
Sin embargo, lo más complejo será si entra en vigencia el voto de chilenos en el exterior.
"De aprobarse y publicarse la ley, los chilenos podrían votar en las próximas primarias presidenciales, lo que implica instalar juntas electorales en gran cantidad de países donde está concentrada la población de compatriotas. Ese es uno de los temas, porque después tenemos elecciones presidenciales, la mitad Senado, diputados, consejeros regionales y eventualmente el gobernandor regional", anticipa.