A sólo unos días de la cuenta pública de la presidenta Michelle Bachelet ante el Congreso Pleno, el vicepresidente de la DC, diputado Matías Walker, adelanta cuáles deben ser los desafíos del nuevo gabinete y sus expectativas sobre los anuncios de la mandataria el 21 de mayo. También defiende el principio de inocencia respecto del timonel del partido, senador Jorge Pizarro.
Señala que el dirigente "ha enfrentado una situación familiar compleja y, como padre, puedo entender que en un primer momento haya salido a defender a sus hijos", a los que se ha involucrado en el caso SQM. Pero aclara que ahora los hijos del timonel deberán dedicarse autónomamente a su defensa y Pizarro "100% a ejercer su cargo en plenitud".
-¿Cuáles son a su juicio los principales desafíos del nuevo gabinete?
-Que retome las cinco prioridades que definimos en el cónclave de los presidentes de partidos y jefes de bancada, a fines del año pasado: reactivación económica, seguridad ciudadana, transporte público, salud y educación. Y definimos que la gestión del gobierno y las prioridades legislativas se centrarían en esos ejes.
-Parece urgente retomar la agenda.
-Me preocupa que en un momento dado la reactivación económica dejó de ser prioridad. Hoy estamos manteniendo a flote la economía sobre la base del gasto público, con una fuerte inversión en infraestructura, en concesiones, pero no estamos dando las señales ni las condiciones necesarias para reactivar con mayor fuerza la inversión privada. Eso lo veo, por ejemplo, en el caso de la Región de Coquimbo, donde tenemos una de las tasas de desempleo más altas del país. No podemos ver con displicencia como los capitales chilenos se están yendo a Perú o Colombia sin hacer lo suficiente para atraerlos a nuestro país.
-¿Retomando la agenda original se podría revertir eso o se requieren medidas adicionales?
-Esto pasa mucho por percepciones. El mercado acogió con beneplácito el liderazgo político de Jorge Burgos y el liderazgo económico de Rodrigo Valdés, en el nuevo gabinete. Su solo nombramiento produjo una señal importante. Espero que eso vaya acompañado de otras señales que me imagino estarán contenidas en los anuncios de la Presidenta el 21 de mayo, con el objeto de acelerar todos aquellos proyectos de inversión que estén en carpeta y que, desde luego, cumplan con la legislación ambiental.
-¿Entonces, sus expectativas para el 21 de mayo van en esa línea?
-Espero que la primera prioridad de los anuncios esté relacionada con la reactivación económica, retomar para el año 2016 cifras de crecimiento del 4% o 5%, de lo contrario no vamos a recaudar lo suficiente para cumplir las metas sociales que tenemos.
-¿Cómo afecta a ese objetivo el debate de la reforma laboral?
-Lo que estamos haciendo es modernizar nuestra legislación laboral, que quedó absolutamente anacrónica. Tenemos que modernizar nuestras relaciones laborales, para que se basen en la lógica de la conversación al interior de la empresa, y subrayo la frase 'al interior de la empresa', entre entes que estén en igualdad de condiciones para hacerlo, trabajadores y la administración de la empresa, y que privilegie la solución amistosa de las controversias. Hoy día tenemos una legislación laboral donde la negociación propiamente tal parte con la votación de la huelga.
-¿Se opone a la negociación ramal que algunos esperan que se incluya en el proyecto?
-La negociación colectiva, como está contemplada originalmente en el proyecto que envió la presidenta Bachelet, es al interior de la empresa y voluntaria fuera de la empresa. La negociación interempresa o por rama sólo debiera ser admisible de manera voluntaria y no forzada.
-El tema de la negociación colectiva preocupa al empresariado.
-En materia de negociación colectiva, la legislación actual, lejos de lo que algunos piensan, incentiva el conflicto. Lo que se está debatiendo es una agenda laboral centrada en la resolución amistosa y anticipada de cualquier controversia, donde los empresarios tienen que tener una visión más moderna en materia sindical. Al mismo tiempo hay que despejar cierta visión que contiene muchas manipulaciones comunicacionales en contra de este proyecto.
-¿Cómo cuáles?
-Escuchaba a Luis Mayol señalar que podría afectar las cosechas de fruta y que sería inconcebible una imposibilidad de reemplazo en huelga en el caso de algunas variedades que se producen en 20 días; pues bien, este proyecto no afecta a los trabajadores agrícolas de temporada, para eso va a haber otro.
-También se dice que no es bueno el debate constitucional en el actual escenario, ¿comparte eso?
-Sí creo que la discusión constitucional puede afectar el clima para la inversión. En eso concuerdo con lo expresado por la bancada de senadores de nuestro partido, en el sentido que es importante que la Presidenta, el 21 de mayo, precise el contenido y la modalidad que va a adquirir este proceso constituyente. Me alegro de las palabras del ministro del Interior y del subsecretario de la cartera, en cuanto que acá se está hablando de un proceso constituyente y no de una asamblea constituyente. Tiendo a creer que en lo que está pensando la Presidenta, y en eso va a ser muy importante el liderazgo de los ministros de Interior y de Hacienda, es en un proceso constituyente que nazca como una propuesta desde el Congreso Nacional, que se haga con mucha participación ciudadana y sea la que se someta a plebiscito para una nueva Constitución.
-Algunos se quejan que el proyecto que limita la reelección no sea retroactivo, ¿qué le parece?
-El proyecto genera un equilibrio entre la necesidad de respetar la soberanía popular y generar renovación de liderazgos, impidiendo que los que tenemos cargos de representación popular nos perpetuemos en el poder. No puede ser retroactivo, porque en nuestro ordenamiento jurídico existe un principio general de que las leyes rigen in actum y no tendrán jamás efectos retroactivos. Por eso en la Comisión de Constitución de la Cámara llegamos al acuerdo de que el período en que se aprobara la reforma, que podría ser éste, se va a considerar como el primero para todos los efectos legales.