A pesar de las críticas declaraciones que realizó el presidente de la DC, senador Ignacio Walker, la semana pasada, el partido se cuadró ayer con el gobierno para hacer frente a la situación generada por el caso Dávalos y respaldó en forma categórica las medidas anunciadas por el gobierno, como la creación de una comisión asesora que deberá elaborar las propuestas para un marco que regule la relación entre los negocios y la política, aun cuando con ello el falangismo no renuncia a la defensa de su identidad, como fue durante todo 2014.
"Pongámonos todos detrás de la idea de la Presidenta en torno de un consejo asesor presidencial que nos muestre un camino, no para la coyuntura ni para tapar nada, sino con el objeto de transparentar el financiamiento de la política con realismo", fue el llamado del dirigente que durante el año pasado se caracterizó por ser uno de los más firmes críticos al interior de la Nueva Mayoría.
Una postura que ha dejado igualmente clara el más probable reemplazante de Walker, el senador Jorge Pizarro. "En momentos como los que está viviendo el país, momentos difíciles donde hay un problema serio, grave de credibilidad, de confianza, de la ciudadanía en el funcionamiento de la institucionalidad o de la actividad pública, nos parece que es fundamental jugar un papel que permita realmente, en nuestra democracia, recuperar la credibilidad y la confianza que se requiere para que los ciudadanos se sientan parte de nuestro sistema democrático, y además sean agentes activos en la toma de decisiones", argumentó Pizarro, aludiendo a los efectos provocados en el mundo político, y particularmente en el gobierno y la NM, por el caso Dávalos.
Incluso añadió que este planteamiento "forma parte esencial de lo que nuestro partido debe asumir en los próximos días... Nosotros queremos respaldar total y categóricamente la propuesta que se está haciendo por parte de la presidenta Bachelet, de generar un marco institucional que garantice probidad y transparencia en la función pública y que regule de manera clara, contundente, la relación de los sectores público-privado".
Esta evidente coordinación con el timonel falangista, que cambió drásticamente su discurso de la semana pasada, respondería a la preocupación que existe en la DC porque las esquirlas del caso Dávalos vayan mucho más allá de la figura presidencial y afecten a los partidos de la NM en las próximas elecciones.