La comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, liderada por Tucapel Jiménez Fuentes, continuó ayer con el análisis del proyecto de reforma laboral del gobierno. Tras la jornada del lunes, donde se sucedieron representantes del mundo sindical -como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)- como del empresariado -entre ellos, la Sofofa, Cámara Nacional de Comercio y la Conapyme- en la instancia parlamentaria, ayer los protagonistas del debate fueron los ex ministros del Trabajo y Previsión Social, Evelyn Matthei y Ricardo Solari.
Primero fue el turno de la secretaria de Estado de la administración del presidente Sebastián Piñera, quien expuso una serie de críticas a la propuesta del Ejecutivo.
Luego vino la exposición del personero en su momento de la administración de Ricardo Lagos, quien puso en una perspectiva de agenda las modificaciones al mercado laboral planteadas por las actuales autoridades. Tampoco faltaron los puntos de desencuentros entre los reconocidos políticos.
Matthei: "No beneficiará a los trabajadores de clase media"
"No tiene mejoramiento alguno, salvo que se cambie totalmente". Así, de entrada y previo a su presentación ante los integrantes de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, la ex ministra de la cartera, Evelyn Matthei, se mostró profundamente crítica al proyecto de reforma laboral.
"El proyecto no aborda los principales problemas que tenemos en Chile en materia laboral: la falta de oportunidades, de empleo, y la muy baja remuneración, sobre todo de mujeres y jóvenes muy vulnerables. Ese es el peor problema. Este proyecto ni siquiera lo toca", dijo.
Para la ex ministra del Trabajo, el proyecto de reforma laboral tiene muchas fallas en que existe contradicción entre lo que las autoridades informan públicamente y lo que finalmente se consagra en el documento.
Además, según explicó, la iniciativa del gobierno "tiene fallas muy estructurales, porque pone recetas que funcionan bien en una economía cerrada. Chile es una economía abierta que tiene muchas importaciones y exportaciones, y en ese esquema -está muy probado en todo el mundo- este tipo de proyectos de ley como el que ha enviado el gobierno tienen resultados muy malos, en términos que causan desempleo, disminuyen la tasa de crecimiento de los salarios.
Y, finalmente, los trabajadores terminan peor que antes de la ley", argumentó la ex secretaria de Estado. Y agregó: "La verdad es que el proyecto es muy malo y no va a beneficiar a los trabajadores de clase media para nada, probablemente, los va a perjudicar. Es una pena que en esta materia tengamos otra cosa igual o bien parecida a la Reforma Tributaria en que nos dijeron que iba a ser muy buena para todos, pero al final a nadie le gusta", sentenció.
Precisamente, en su presentación ante los diputados, reiteró sus planteamientos indicando que llamaba "mucho la atención que se estén proponiendo recetas de economías cerradas" y agregó que "esta reforma no aborda los principales problemas que afectan al mundo laboral" en problemáticas tan claves para el país como las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres.
También aseguró que cuando se habla de mercado laboral no basta con la mirada que entregan los abogados laboralistas, ya que se requiere un trabajo de diversos actores que involucran a abogados en general, constitucionalistas y economistas.
Pero los reparos al proyecto se agudizaron durante sus minutos de exposición frente a la Comisión del Trabajo cuando señaló tajante que "decir que (esta reforma) no atenta contra el empleo es como señalar que la Reforma Tributaria del año pasado no iba a afectar la inversión y el crecimiento".
En esa línea, reafirmó que este proyecto de ley se hizo en gran parte bajo la lógica de lo que sucede en una gran empresa, que "no equilibra la cancha sobre todo para el 80% del empleo en Chile" y que no mejorará el diálogo constructivo en la empresa.
"Este proyecto no logra ninguno de sus propósitos, atenta gravemente contra el empleo y aumentará fuertemente el conflicto entre las empresas", sentenció.
Solari: "Hay que mirar el proyecto laboral sin prejuicios"
Su respaldo a la idea realizar modificaciones a la legislación laboral chilena entregó ayer el ex ministro del Trabajo y militante socialista, Ricardo Solari, en el marco de su presentación ante la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, instancia que analiza el proyecto de reforma en el refetido ámbito que impulsa el gobierno.
"Este proyecto tiene fundamentación empírica en la realidad chilena: el reparto de la torta es desigual", dijo el ex secretario de Estado.
En materia de negociación colectiva, indicó que Chile es último en la OCDE y eso tiene un impacto en la distribución del ingreso. En Chile la economía creció casi tres veces y el ingreso no.
Refiriéndose al proceso de negociación colectiva, añadió que tienen una extensión de beneficios para el 53,3% de los trabajadores, en circunstancia que el 27,4% está sindicalizado.
Desde su óptica, el proyecto de reforma laboral se hace cargo de la titularidad y, por lo mismo, promueve la negociación colectiva. Quizás, advirtió, habría que haber resuelto una fórmula más representativa del sindicato. Esto, en alusión al quórum pequeño que no ayuda a las empresas grandes (muchos sindicatos).
Si esto no está bien resuelto, dijo, puede generar una especie de multirut de los trabajadores que perjudique la negociación.
Otro punto hecho por Solari es que Chile tiene negociación nacional, independientemente que no esté en la Constitución, en varias áreas. Por ejemplo, citó que todos los años se negocian las remuneraciones del sector público, normas compensatorias por exceso de jornada, en otros sectores.
Al respecto, dijo que esto hay que mirarlo con absoluta falta de prejuicios y observar medidas que resuelvan racionalmente los riesgos para las pequeñas y medianas empresas que podría suponer la negociación ramal.
El proyecto, continuó Solari, debe atender a distintos niveles de la realidad nacional, donde hay diversas cosas que negociar. Debemos dar a los sindicatos más materias de negociación y, en esa materia, la propuesta del Ejecutivo es un avance.
Es preciso discutir el proyecto desde la óptica de la realidad laboral del país, donde, por ejemplo hay una enorme cantidad de jornadas excepcionales de trabajo cada día. Aquí hay oportunidades, planteó Solari, para la productividad de la empresa y remuneraciones de trabajadores, indicando la opción favorable que significa trabajar menos horas en el año, cuestión que ya la tienen las grandes empresas.
Acerca de la medida de prohibición del reemplazo de trabajadores en huelga que propone el proyecto del gobierno, Solari fue claro: "esto es instalar en el Estado algo que nunca debió estar afuera".
La reforma laboral que se discute, ahondó Solari, hace exigencias severas a la institucionalidad, elementos como la mediación y la conciliación, hoy presentes en la ley.
Sobre la posibilidad de cambios a la indemnización por años de servicio, que sugieren otros sectores, Solari sostuvo que también se puede discutir. Pero, "no hay economías con costo cero por despidos. Se requieren propuestas integrales, no enunciados", terminó.