Tras la tensa espera, el cambio de gabinete realizado ayer por la presidenta Michelle Bachelet no terminó con la incertidumbre que generó la tardanza de los nombramientos. Si bien en el oficialismo se cuadraron detrás de la jugada de la mandataria, en privado mayoritariamente admiten las dudas que se abren respecto del alcance real de la implementación del programa de gobierno, a raíz de estas modificaciones. El recelo de algunos representantes de la Nueva Mayoría surge particularmente por los cambios en Hacienda e Interior, interpretados como una señal de moderación.
Si bien la Democracia Cristiana tomó finalmente el timón del gobierno, el perfil de Jorge Burgos también genera suspicacia en algunos sectores de la NM, que perciben que podría contribuir a frenar la agenda de cambios y las reformas con que Bachelet llegó a su segunda administración.
Además de afirmar con insistencia que "vamos a respaldar totalmente la propuesta" de la Presidenta, el timonel falangista, senador Jorge Pizarro, eludió referirse al significado político que tiene para su partido haber llegado a Interior.
En la propia DC comentan acerca del carácter moderado de Burgos y advierten que la elección de Bachelet podría significar "ajustes en el programa y en el ritmo" de aplicación del mismo. De hecho, un alto representante de la tienda admite que todo indica que "se va a avanzar todo lo que se pueda avanzar", algo que para otros sectores del oficialismo podría sonar a la tan repetida frase de la transición del ex presidente DC Patricio Aylwin: "En la medida de lo posible".
Por su parte, el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, pese al "dolor" de perder a Rodrigo Peñailillo que encabezaba Interior, festejaba el nombramiento de Rodrigo Valdés en Hacienda y descartaba que el perfil técnico y cercano al mundo empresarial del nuevo jefe de la billetera fiscal sea un anuncio de que las reformas del gobierno vayan a sufrir modificaciones.
En la misma línea, el senador PPD Ricardo Lagos Weber expresó su convicción de que el nuevo equipo "reúne una combinación óptima: mezcla experiencia política, experiencia en el sector público, experiencia en el sector privado, y va a imprimir el ritmo y, en particular, el tono adecuado para generar un avance sustantivo en las reformas propuestas".
Quien no quiso dejar pasar la oportunidad de hacer una crítica pública, fue el timonel del Partido Radical, Ernesto Velasco, quien puso sobre la mesa un tema que se arrastra desde el inicio del gobierno: la falta de coordinación. Si bien aclaró que la Presidenta es quien elige a sus colaboradores, "lo que nosotros planteamos es que más allá de un cambio de personas debe definirse un diseño. Esperemos que este equipo sea afiatado, se comunique bien y tenga más densidad política. Y aprendamos todos la lección que hay que mejorar la coordinación".
Otras críticas más duras no se oyeron en público, como que el método usado por Bachelet para reestructurar el equipo de gobierno "fue malo. De la desconsideración (con los partidos de la coalición) se pasó al ninguneo", dice un representante del oficialismo .
Mientras que para el timonel PS, Osvaldo Andrade, los nuevos ministros "tienen la virtud y la experiencia política como para poder hacer un esfuerzo de articular todos los recursos que se tienen".
La oposición espera una señal de Bachelet de apertura al diálogo
En la Alianza cayó bien el movimiento de las piezas clave del gabiente como son Hacienda e Interior, pero sostienen que hay que esperar a que la presidenta Michelle Bachelet explique cuál es el mandato a sus nuevos ministros para saber si este cambio de gabinete va en el sentido que esperan en el sector.
Con esta línea argumentativa el presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, señaló que la llegada de Jorge Burgos (DC) a Interior y Rodrigo Valdés (PPD) a Hacienda "pareciera indicar un giro a la moderación", haciendo un critico diagnóstico acerca de la gestión del gobierno durante su primer año.
Por lo mismo, la oposición, hace meses venía pidiendo un cambio en el equipo de gobierno. Sin embargo, Larraín aclara que ahora "queremos saber si efectivamente el cambio de gabinete refleja, en la vocación y decisión de la Presidenta, un giro a la moderación. Ella no ha dado un mandato a sus nuevos ministros y, por tanto, no sabemos exactamente cuál va a ser la filosofía que va a regir en esta nueva etapa".
Por su parte, el presidente de RN, diputado Cristián Monckeberg, tiene la convicción de que la reestructuración "es un reconocimiento" de que se estaba trabajando mal y apuntó derechamente a la tesis de la retroexcavadora, asegurando que su implementación "fue un fracaso, un desastre, una mala idea".
Ambos dirigentes subrayaron que entre los cambios que se deben producir está justamente la necesidad de que el gobierno se abra a dialogar con la oposición para "llegar a entendimientos relevantes".