La incertidumbre global a raíz del conflicto de deuda griego derivó en un mayor apetito por el dólar estadounidense, que el miércoles experimentó una jornada apreciativa frente a una amplia canasta de monedas.
El mercado local no fue la excepción, ya que la divisa cerró en puntas de $ 621,70 comprador y $ 622 vendedor, lo que equivale a un alza de $ 1,5 frente al cierre de ayer.
De este modo, el tipo de cambio ignoró el incremento de 0,43% que anotó el cobre en la Bolsa de Metales de Londres, a US$ 2,58094 la libra.
En la región, el dólar también anotó avances contra peso colombiano (0,58%), el real barileño (0,16%) y el sol peruano (0,06%).
En BCI Estudios destacaron que a pesar de la estabilidad que han mostrado los mercados de commodities en las últimas jornadas, lo que ha derivado en menores presiones sobre las monedas de economías exportadoras, los riesgos no han desaparecido.
"Nuevos episodios de sell-off hacia emergentes aún aparecen en el horizonte, más allá que sentimiento de mercado parece haber migrado el foco de atención hacia Grecia y su relación con la Zona Euro", explicaron en el departamento de Estudios.
Para EuroAmerica la no resolución del conflicto griego mantiene elevado los niveles de aversión al riesgo, impidiendo que las monedas y mercados emergentes muestren nuevos avances "Seguimos pensando en que una vez superado el conflicto de la deuda griega, queda la pista libre para que las monedas emergentes muestren movimientos apreciativos", manifestó la entidad.
Atentos a la Fed
La sesión se desarrolló en medio de la expectación por la entrega de las minutas de la reunión de enero de la Reserva Federal.
En medio del riesgo latente que significa un proceso de alza de tasas en Estados Unidos, BCI Estudios explicó que las minutas podrían entregar "nuevas señales respecto a la temporalidad del proceso de alzas y nuevas presiones apreciativas para el dólar multilateral".
Con todo, las minutas dejaron claro que la Fed "no tiene apuro" por subir la tasa de interés, ya que el banco central estadounidense no quiere precipitarse a la hora de iniciar las subidas de tasas y la mayoría de sus miembros considera que un movimiento prematuro podría dañar la recuperación de la economía estadounidense.
La próxima reunión de la Fed será el 17 y 18 de marzo.