DF Lab Opinión / ¿Chile en modo hackathon?
"Una hackathon dispara creatividad y soluciones, pero si no vinculamos estas ideas a una estrategia empresarial sólida, con una medición de valor alineada a la estrategia de IA, corremos el riesgo de quedarnos solo con experimentos de bajo impacto".
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La agenda digital en Chile está intensa, no hay evento que no tenga algo de inteligencia artificial (IA), pero lo realmente nuevo es que estamos transitando de la discusión a la acción en IA. La industria tecnológica avanza a ritmos sin precedentes, y Chile está demostrando que no solo observa, sino que quiere participar activamente en esta revolución.
Durante años, los eventos tecnológicos fueron principalmente conferencias y paneles. Interesantes, pero con un impacto moderado. Hoy, la tendencia ha cambiado: ahora se trata de conectar grandes desafíos con el poder de la tecnología y el talento humano. Ejemplos notables son la primera hackathon de OpenAI en Latinoamérica, realizada en Chile recientemente, donde el equipo del poder judicial ganó con una propuesta de justicia más eficiente apoyada por IA. También la hackathon del Summit País Digital, que abordó el desafío de la seguridad pública.
Pero, ¿qué es una hackathon? eventos que reúnen mentes creativas y diversas para resolver problemas en tiempo récord. Son un torbellino de ideas, donde equipos multidisciplinarios se sumergen en un desafío específico y crean prototipos de soluciones innovadoras y disruptivas.
Según un informe de HackerEarth, más del 80% de las empresas Fortune 100 ya realizan hackathones. Y en otros países, los gobiernos han patrocinado estos eventos, permitiendo que equipos pequeños accedan a contratos que antes solo ganaban grandes empresas, lo que dinamiza el ecosistema local.
¿Cómo aprovechamos este momentum en modo hackathon?
Las oportunidades son enormes. Imaginemos hackathones en empresas, como hizo Mercado Libre para diseñar su hoja de ruta de IA. O también pensemos cómo podemos sumar a las empresas a comunidades colaborativas que promuevan la creación de un ecosistema robusto, algo esencial en esta era.
Los desafíos también son claros: una hackathon dispara creatividad y soluciones, pero si no vinculamos estas ideas a una estrategia empresarial sólida, con una medición de valor alineada a la estrategia de IA, corremos el riesgo de quedarnos solo con experimentos de bajo impacto.