ONU advierte nuevo récord de emisiones de gases en 2022 y llama a tomar “acción sin precedentes por parte de todos los países”
El organismo señaló que las liberaciones de gases de efecto invernadero aumentaron 1,2% respecto al año previo.
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A diez días de que se dé inicio a la conferencia del clima COP28 en Dubai, Naciones Unidas lanzó una nueva advertencia acerca del alza de las temperaturas y las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) en el mundo.
En su reporte, Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 el organismo señala que las liberaciones mundiales de GEI aumentaron un 1,2% en 2022, en comparación al año anterior. Esto deja en evidencia un nuevo récord histórico de 57,4 gigatoneladas de CO2 equivalente (GtCO2e).
La ONU también advirtió que las emisiones anuales se deben reducir lo suficiente como para equilibrarse con las absorciones y que las de GEI deben reducirse a niveles entre 33 y 41 GtCO2e para 2030 para cumplir el objetivo de temperatura del Acuerdo de París, de 1,5 °C a 2050, en comparación con los niveles preindustriales.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, explicó que en septiembre de este año la temperatura está 1,8° C por encima de los niveles preindustriales.
“Las emisiones GEI previstas para 2030 deben reducirse un 28% para la trayectoria de 2°C del Acuerdo de París y un 42% para la trayectoria de 1,5°C”, indicó
De acuerdo a lo informado, después de la caída causada por la pandemia, todos los sectores se recuperaron -a excepción de transportes- y superaron los niveles registrados en 2019. Encabeza la lista el suministro energético, industria, agricultura y uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura.
“El sector del suministro energético es el que más ha contribuido al aumento de las emisiones en las últimas décadas, debido en gran medida a la expansión mundial de la generación de electricidad a partir de carbón y gas”, indica el informe, pero precisa que el sector también ha avanzado en algunos países en la reducción de emisiones mediante el cambio a combustibles con menos emisiones y el aumento de las fuentes renovables.
La ONU también informó que las concentraciones atmosféricas de CO2 aumentaron hasta 417,9 partes por millón en 2022, alertando que seguirán en ascenso hasta que las emisiones anuales se reduzcan lo suficiente como para equilibrarse con las absorciones.
Además, advirtió que las emisiones mundiales de GEI deben reducirse a niveles entre 33 y 41 GtCO2e para 2030 para entrar en una senda de menor coste que permita cumplir el objetivo de temperatura del Acuerdo de París, de 1,5°C a 2050, en comparación con los niveles preindustriales..
EEUU y China lideran
El informe incluye estimaciones preliminares que muestran un aumento de emisiones de GEI en 2022 en ciertos países. El mayor fue Indonesia con alza de 10% respecto al 2021, seguido por India con 5,1%, Estados Unidos (1,6%) y China (0,3%). En tanto, se registró una calidad de 0,8% en la Unión Europea, de 1% en Rusia y de 2,5% en Brasil.
Sin embargo, casi el 80% de las emisiones acumuladas históricas de CO2 procedentes de los combustibles fósiles y del sector de uso de tierras proceden de los países del G20, liderado por Estados Unidos, que contribuyó con el 17% del calentamiento global histórico, China que representa el 12% y la Unión Europea con el 10%. Al contrario, los países menos desarrollados contribuyeron un 6%.
Además, los siete principales emisores mundiales siguen siendo los mismos que en 2021: Brasil, China, India, Indonesia, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos, que en conjunto al transporte internacional, estos emisores representaron un total de 33 GtCO2e en 2021, o el 65% de las emisiones mundiales.
La ONU apunta a que debido al fracaso de la reducción rigurosa en los países de ingresos altos -y mayores responsables de emisiones pasadas- y de limitar el crecimiento de las emisiones en los países de ingresos bajos y medios -responsables de emisiones actuales-, “ahora es necesaria una acción sin precedentes por parte de todos los países”.
Esto significa que para los países de renta alta se debe acelerar aún más la reducción de las emisiones nacionales, comprometiéndose a alcanzar el cero neto lo antes posible y, al mismo tiempo, proporcionar ayuda financiera y técnica a los países de renta baja y media. Mientras que para los países de renta baja y media, esto significa que las apremiantes necesidades de desarrollo deben satisfacerse paralelamente a la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles.