Desde Madrid
Tras estar vinculado por tres décadas a la industria de las telecomunicaciones, en abril pasado Claudio Muñoz aterrizó en el directorio de Aguas Andinas, un rol en el que se sentía cómodo y que le permitía repartir su tiempo con la presidencia de Icare. Pero en agosto llegó un cambio importante. Salió Guillermo Pickering por la crisis de Essal y Muñoz asumió la presidencia del directorio.
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Dice que le entusiasma el desafío, porque asume el liderazgo de una institución que debe asegurar el agua para el consumo humano en un contexto de sequía y cambio climático.
Por eso no es extraño que haya elegido la Cumbre de Cambio Climático (COP25) en Madrid para debutar con todo en su nuevo rol y con un mensaje que busca posicionar en cada minuto: “Ya no somos una empresa sanitaria, somos una compañía de servicios medioambientales”, dice.
- ¿Qué están haciendo para asegurar el consumo del agua?
- Cuando hablamos de cambio climático, también pasa en Chile y estamos enfrentando sequía, y se habla de una megasequía. Es probable que la cantidad de lluvia llegue a los 80 mm, el año más seco en toda la muestra histórica registrada en Santiago. Tenemos un problema real y para enfrentarlo, nos adaptamos, nos reinventamos. Cambiamos el foco hace unos ocho años, pasar de ser una compañía de aguas a una de servicios de medioambientales. El principal desecho de las ciudades son las aguas servidas y en La Farfana, con la Biofactoría, estamos tratando el 100% de las de Santiago para ser reutilizadas en riego y en industrias.
- ¿Están transformando el proyecto de la Biofactoría en una nueva unidad de negocios?
- Estamos incursionando en proyectos de trueque, de swap. Buscamos mover aguas que están en la parte oeste de Santiago a la zona este, más cerca de la cordillera, e incorporarla a las necesidades que tienen otros sectores industriales. Ya presentamos el proyecto a las autoridades.
- ¿En qué fase está?
- Estamos trabajando en esos proyectos, nos van a tomar entre dos y tres años, porque tendremos que construir redes y tuberías, de entre 25 y 30 kilómetros, para mover las aguas desde la zona oeste hacia el este, la zona alta del Maipo, estamos buscando un diseño lo menos invasivo posible. Esto podrían ser unos US$ 200 millones de inversión que nos permitirían tener una solución bastante pionera en la cuenca de Santiago, que es reusar agua 100% tratada. Queremos ir a la máxima velocidad posible, porque es una necesidad, las proyecciones que tenemos del tema hídrico es que no mejora. Es un escenario complejo y de impacto para Chile, y tenemos que estar preparados.
Este año la estrategia ha sido usar menos agua del Embalse El Yeso y para hacer eso compramos agua a otros regantes. Los canalistas del Maipo han tenido una disposición fantástica, hemos llegado a acuerdos para evitar el vaciamiento del embalse. Esta agua la estamos utilizandoo para consumo humano, se incorpora a las plantas de potabilización de agua.
- ¿Cómo los ha golpeado el conflicto social?
- Desde un punto de vista práctico, más allá de las noticias falsas que decían que se había cortado el agua o que se iba a cortar, no tuvimos problemas de operación. Pero muy sensibilizados con lo que hay detrás de esto, lo que es una sociedad que se expresa frente a desafíos de seguir transformándonos, de poner con más fuerza en la agenda aspectos de equidad y oportunidad. Hay que ser muy claros en separar las legítimas demandas sociales, con un problema completamente distinto, que se llama violencia, destrucción, vandalismo y saqueo. No estoy preocupado por las demandas sociales, sino por el daño que se le está haciendo al país por la violencia y la destrucción. Espero que como sociedad tengamos la habilidad de aislar ese fenómeno, porque termina afectando a lo que queremos resolver.
Profundo compromiso
-¿Y cómo ven sus accionistas lo que está ocurriendo en el país?
- Hemos estado en permanente contacto con nuestros accionistas, el Grupo Suez y el Grupo Aguas de Barcelona, tienen un profundo compromiso con Chile, han hecho inversiones relevantes y por lo tanto también están sorprendidos por lo que está pasando, pero hay confianza que Chile va enfrentar esta situación y salir reforzado. Tanto así, que estábamos muy involucrados con la COP en Chile, no se hizo y estamos en Madrid con todo el compromiso.