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Por qué los contenidos de una nueva Constitución se deben aprobar con un quórum de 2/3

Constitucionalistas y parlamentarios explican el objetivo que los acuerdos de la convención, ya sea constitucionalista o mixta, se respalden con tan alta regla.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 25 de septiembre de 2020 a las 14:37 hrs.
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Mientras las encuestas revelan que el "apruebo" se impondría al "rechazo" en el plebiscito del 25 de octubre, con el que se busca abrir el camino hacia una nueva Constitución. A partir de ese supuesto, el debate está centrado en el quórum que se requiere para aprobar cada uno de sus contenidos, mismo que, según quedó plasmado en la reforma que se le hizo a la Carta Fundamental, debe ser de 2/3.

¿Cuál es el objetivo, qué se pretende con tan alta votación? Estabilidad y legitimidad de la Carta Magna.

Aunque últimamente, parlamentarios de oposición también abrieron el debate acerca de la necesidad de aprobar con similar quórum el contenido resultante de la deliberación -agregando un paso a lo considerado en el Acuerdo por la Paz del 15 de noviembre-, sin embargo, constitucionalistas y parlamentarios coinciden mayoritariamente en que eso no es necesario y nunca estuvo contemplado.

Acuerdo de cosas fundamentales

Pero aprobar cada uno de los contenidos por los 2/3 de los convencionales es relevante. Ello, porque según explica el experto legal Jorge Astudillo -Doctor en Derecho, Democracia, Transparencia y Acceso a la Información Pública de la Universidad de Salamanca y académico del Departamento de Derecho Público de la Universidad Andrés Bello-, si bien "es un quórum alto, tiende a que la simple mayoría no arrase con la minoría y, como la Constitución es un acuerdo de cosas fundamentales, también tiende generar un consenso mayor, lo que le da mayor estabilidad a las instituciones".

Astudillo aclara que, según el inciso 3° del artículo 133, Capítulo de Reforma Constitucional, de la Carta Magna establece que las instituciones y materias que serán reguladas en la nueva Constitución deben cumplir con el citado quorum. Sin embargo, el constitucionalista plantea que "quienes tienen una especie de mayor confianza en el resultado de este proceso, consideran que 2/3 es un quórum muy alto y (...), pero este quórum no es un elemento exclusivo del proceso constituyente chileno", precisa, asegurando que en cada uno de los procesos constituyentes democráticos por los que ha pasado Chile se ha partido de la base de los 2/3.

"Es usual un quórum alto, porque en definitiva una nueva Constitución es un nuevo cambio social, un acuerdo de cosas fundamentales y se espera que este acuerdo no esté cambiando permanentemente por simples mayorías. Por lo tanto, 2/3 es muy coherente con lo que sucede en el desarrollo constitucional, especialmente en Latinoamérica", explica el académico.

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No obstante, también aprovecha de puntualizar que el debate al que han querido conducir algunos sectores del oficialismo, gobierno incluido, en cuanto a que el texto final de la convención también sea aprobado por el organismo por 2/3, antes del plebiscito ratificatorio por la ciudadanía, "eso no se desprende ni del acuerdo constitucional ni de la reforma" que se aprobó.

El constitucionalista abunda en que la idea de aprobar las normas con 2/3 apunta a que el consenso a que se llegue respecto de las mismas, genere "estabilidad" de manera que "el texto constitucional sea visto como propio por la mayor cantidad de ciudadanos, lo que redunda en la legitimidad de la Constitución".

Regla ordinaria

Quien representara a Evópoli en la mesa técnica constituyente y profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Católica, el constitucionalista José Francisco García, coincide con Astudillo en que la regla de los 2/3 "es bastante ordinaria", pero insiste en despejar esta especie de "fantasma" que se ha levantado en torno a ella, ya que es comparativamente muy ordinaria, tanto respecto de reformas constitucionales como respecto de la regla de acuerdo de una convención constitucional o una asamblea constituyente, cuando se pone en el contexto mundial.

Pero lo importante –destaca- es lo que hay detrás de esta regla, que se impone a partir de que la Constitución "es el gran pacto de mayorías y minorías de distintas sensibilidades, de culturas políticas, intereses de todo tipo –de carácter regional, por ejemplo-, distintas comunidades, que tiene que acordar las reglas de esa comunidad política".

Por lo cual –añade-, que si se quiere, por un lado, "grados de acuerdo profundos y estables en el tiempo, que le den a las reglas clave que gobiernan nuestro acuerdo social, tiene que tener un grado de acuerdo extremadamente alto"; por otra parte, este quórum "también le da una dosis de legitimidad sociológica mucho más alta, porque es acordada por grandes mayorías en la convención", lo que se ve reforzado con el plebiscito ratificatorio, al final.

Obliga a alcanzar consensos

El presidente se la Comisión de Constitución de la Cámara, diputado Matías Walker (DC), por su parte, explica que durante la negociación del acuerdo del 15 de noviembre, el Frente Amplio propuso que los temas de procedimiento se acordaran por 3/5, lo que no se aceptó, porque "las formas tienen implicancias en el fondo".

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Lo relevante de que los distintos capítulos de la constitución se aprueben por 2/3, según Walker, es que con este quórum los acuerdos no podrán ser "vetados" por las minorías que se opongan a ellos y obliga a los consensos. Por lo que, desde el punto de vista, del diputado falangista esa "es una sana regla que obliga a ponerse de acuerdo, sobre la base de una hoja en blanco y la hoja en blanco es, a su vez, un incentivo a ponerse de acuerdo".

Es decir, añade, incentiva a que tanto los aspectos que le interesen a la mayoría como los que le importan a una minoría "estén contenidos en el texto final de la Constitución". Y califica de "chantaje" el proyecto de diputados de RN, que establece que cuando no se llegue a acuerdo sobre un tema, prevalecerá la actual Constitución, porque "le da un poder de veto a una minoría, en términos tales de decir 'o se incorpora lo que yo quiero o rige la actual Constitución y eso no está en el texto ni en el espíritu de la reforma constitucional ni en el acuerdo del 15 de noviembre".

Y cierra advirtiendo que la única posibilidad de que rija la actual Constitución sería que llevándose a cabo el plebiscito ratificatorio la propuesta de la convención fuera rechazada por la ciudadanía. "Ese es único momento donde rige la actual Constitución, porque no podemos quedarnos con un vacío constitucional".

Certeza a inversionistas

Mientras que, en la misma línea del constitucionalista García, para el senador Felipe Harboe (PPD) las constituciones "deben tener vocación de estabilidad", pero agrega que estas también deben "dar certezas a sus habitantes e inversionistas, por ello es que una supra mayoría de aprobación por temas parece un camino adecuado, que aporta a crear condiciones de estabilidad necesarias también para inversionistas extranjeros".

 

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