Rodrigo Aravena y las elecciones: “Ha generado una fuente de optimismo, pero los resultados macro tardan más en llegar”
Si bien el economista jefe del Banco de Chile llama a la cautela, destaca que estas elecciones mostraron un apoyo a sectores que han tenido una agenda a favor de preservar bases institucionales relevantes para el país en las últimas décadas.
Por: David Lefín | Publicado: Sábado 2 de noviembre de 2024 a las 04:00 hrs.
T+
T-
Compartir
Esta semana, el economista jefe del Banco de Chile, Rodrigo Aravena, estuvo en Nueva York. En su trabajo regular, tiene contacto permanente con inversionistas extranjeros y recoge de primera mano el ánimo respecto de Chile, que, asegura, no está pasando desapercibido afuera. “A diferencia de lo que veíamos en el pasado, el país ha recibido mucha más atención de los inversores globales, sobre todo después de la crisis interna que sufrimos el 2019, cuyas consecuencias aún tenemos presentes. Desde ese entonces, nos acercamos con fuerza al grupo de países emergentes”, afirma.
El economista dice que a Chile se le reconoce el tremendo trabajo del Banco Central, que pudo llevar a cabo un agresivo proceso de alzas de tasas, lo que fue determinante en la normalización de la inflación, la existencia de una regla fiscal, que ha ayudado a estabilizar los niveles de deuda, al menos por ahora, y un sistema político con contrapesos, que ha jugado un rol clave en asegurar que los fundamentos del país no estén totalmente a expensas del ciclo político y el Gobierno de turno.
“Sin embargo, existe preocupación por el mal desempeño del país en materia de crecimiento económico. La pregunta recurrente es si volveremos a crecer y a aspirar al desarrollo”, alerta.
Pese a ello, plantea que, “en términos generales, podemos decir que el sentimiento hacia Chile ha tendido a presentar alguna mejora, sobre todo después de algunos eventos puramente políticos, como el resultado del primer plebiscito de salida y ahora, aunque incipientemente, después de los resultados de las elecciones del fin de semana pasado”.
-En las elecciones municipales y regionales hubo un avance de la centroderecha, pero no una debacle para el Gobierno, ¿qué lectura hace en lo económico?
-Las elecciones recibieron mucha atención no solo en Chile, sino también a nivel global, ya que, además de determinar el nuevo mapa político de autoridades locales, es un buen indicador para anticipar resultados de las elecciones de 2025. Las municipales siempre han sido consideradas una especie de elecciones de medio término, como una evaluación a la adhesión que tienen las coaliciones. Esto también tiene impacto en las discusiones sobre reformas en curso.
-¿Cómo afectarán los resultados a las reformas?
-Las elecciones municipales, más allá de la gobernación local, son el mejor termómetro para analizar el apoyo de las personas a ciertas ideas. Y más allá de la discusión de lo que pueda ser bueno o malo, en lo concreto, estas elecciones mostraron un apoyo a sectores que han tenido una agenda a favor de preservar bases institucionales que han sido relevantes en las últimas décadas en Chile. Con el electorado actual es menos probable que tengamos reformas más profundas, por ejemplo, en materias como pensiones, que puedan afectar el mercado de capitales o la base de ahorro del país, o alzas agresivas de impuestos.
-Algunos analistas y bancos de inversión señalaron que podría generar un impulso adicional a la Bolsa, ¿ve impacto en la economía?
-Si bien las elecciones dejaron entrever un cambio en el centro de gravedad de la política en Chile, aún falta mucho por ver, principalmente hasta fines del próximo año. Es indudable que las elecciones no fueron neutras, y en varios casos ha generado una fuente de optimismo, pero los resultados macro tardan más en llegar, especialmente tras el deterioro que tuvo el país los últimos años.
-¿A qué se refiere?
-Desde un resultado electoral, hasta efectos en la economía, pasa tiempo. Por tres grandes razones. Primero, debemos reconocer que en los últimos años ha existido un deterioro importante de los fundamentos de Chile. Uno de ellos, y es el que más preocupa, tiene que ver con los efectos de los retiros de fondos de pensiones, más allá de la inflación que llegó a un récord en décadas, estructuralmente quedamos con una base de ahorro más baja y eso dificulta la inversión y, además, tuvo un efecto en la certeza jurídica. Un segundo ámbito es que en los últimos años hemos visto una mayor inversión chilena en el extranjero y hemos visto a personas y empresas diversificando sus carteras. Así que uno puede pensar que hay mejores expectativas en el país, pero de ahí a que se traduzca en nuevas decisiones de inversión, toma tiempo. Y un tercer elemento tiene que ver con el resultado final de elección presidencial y parlamentaria en 2025. Por eso, creo que hay que ser bastante cautos y reconocer que los efectos macro tanto de las elecciones que tuvimos ahora como en las que tendremos el próximo año, toman tiempo en llegar.
PIB crecería cerca de 2% en 2025
-¿Qué espera para el crecimiento de la economía en lo que queda de este año y 2025?
-La economía tenderá a estabilizarse en niveles de crecimiento cercanos al 2%, que desafortunadamente es nuestra capacidad de crecimiento tendencial. Pese a que la cifra agregada no presentará muchos cambios, si resulta esperable un cambio en la composición de crecimiento. Por una parte, es razonable que las exportaciones reduzcan su aporte al crecimiento, dada la moderación en el crecimiento de socios comerciales, principalmente China, y la normalización esperada para el precio del cobre y el tipo de cambio.
En contraposición, es probable que la inversión deje de caer, dado el escenario que esperamos de tasas de interés más bajas, lo que podría ser aún más positivo si es que la incertidumbre política mejora más. Y por el lado del consumo, veremos fuerzas mixtas. Si bien el componente privado debiese presentar más dinamismo, la política fiscal debiese ser menos expansiva. Con todo, vemos una economía que crecería algo menos que 2,5% en 2024 y alrededor de 2% en 2025.
-El Banco Central espera que la inversión comience a repuntar desde el próximo año…
-Creo que es optimista hablar de un repunte. La inversión ha sido, por lejos, la variable que más ha decepcionado, y en 2024 volvería a caer, pese a que la economía está creciendo. Creo que la caída que siguen presentando indicadores anticipados como las importaciones de bienes de capital o los permisos de edificación, además del rezago de los niveles de confianza empresarial no permiten anticipar un alza más allá que la reposición natural de capital. Por ahora, creemos que la inversión caería algo menos de 1% este año, y no crecería mucho más de 4% en 2025.
-En ese contexto, ¿cuáles son los principales riesgos que advierte?
-Estaremos expuestos a una importante cantidad de riesgos. Dada la apertura de la economía chilena, sería fundamental analizar el grado de la caída en el crecimiento de China, lo que tiene efectos de primer orden en el PIB local. Además, vamos a enfrentar un entorno con una alta cantidad de incertidumbre geopolítica, incluyendo el resultado de las elecciones de Estados Unidos y el conflicto de Medio Oriente. Todo eso podría exacerbar los ajustes en otras variables como las tasas de interés y el tipo de cambio.