Nueve años en el cargo de superintendente de Pensiones cumple hoy Osvaldo Macías. Por tres períodos consecutivos ha ocupado el puesto de regulador del sistema de AFP vía Alta Dirección Pública.
Tiene en el cuerpo dos intentos de reformas sin éxito -en Bachelet II y Piñera II-, la creación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y ahora, la reforma al sistema de pensiones de la administración del Presidente Boric, la que logró ser despachada del Congreso esta semana, tras un acuerdo entre La Moneda y Chile Vamos que le dio viabilidad política a la iniciativa.
Para Macías la tercera fue la vencida. Ya está trabajando en los desafíos que implica para la Superintendencia la implementación de la ley y se apronta a dejar su oficina como superintendente en los próximos meses, pues se cumple el plazo que se establece para cargos de este tipo. En entrevista con Señal DF aborda lo que se viene.
"Mi relación con los afiliados ha ido de menos a más (...) y si eso implica que mi relación con las AFP ha ido de más a menos, no lo sé. Yo trato de actuar correctamente siempre".
-¿Dónde ubica esta reforma respecto a las otras que le tocó tramitar?
-Las tres reformas apuntaban al mismo objetivo, que era aumentar las pensiones de las personas, tanto en el futuro como a los jubilados actuales y por supuesto, a través de un aumento del ahorro y la creación de mecanismos de solidaridad intergeneracional o bien de fondos de acumulación colectiva. Por lo tanto, eran muy similares en sus objetivos y en sus instrumentos. Este acuerdo al que se llegó es más completo que los otros, porque recoge la experiencia de los anteriores proyectos.
-¿Le parece que es el mejor de los últimos diez años de intentos?
-Este es el mejor acuerdo, entre otras cosas porque también entremedio se fortaleció el pilar no contributivo o solidario, creando la Pensión Garantizada Universal. Eso nos permitió enfocarnos fuertemente en el pilar contributivo que era el que no se había podido modificar, sin perjuicio que consolidamos mejoras al pilar no contributivo.
Recorrido en desafíos complejos
-Ahora comienza la etapa de implementación, ¿está preparada la Superintendencia?
-Los equipos de la Superintendencia están preparados para implementar proyectos complejos. Nos ha tocado en el último tiempo justamente implementar varios de ellos con tiempos muy escasos. Tuvimos, por ejemplo, la Pensión Garantizada Universal, que hubo que implementarla muy rápido y logramos hacerlo muy bien. Tuvimos las tres experiencias de los retiros de fondos que fueron aprobados también con muy poca anticipación a su vigencia, que era algo completamente inédito y también se logró diseñar e implementar y supervisar en forma adecuada con muy poco tiempo. Y tuvimos también la experiencia de la pandemia y todas las leyes de protección al empleo. Tenemos bastante experiencia en diseños complejos.
Este (el desafío de la reforma) es otro, también muy difícil y que abarca muchos más temas que los anteriores, pero la Superintendencia tiene equipos técnicos preparados para eso, lo cual no significa que el desafío no es grande.
-¿Cuáles son los temas más complejos?
-Los temas más complejos me parece que tienen que ver con, por un lado, la regulación de inversiones, que tiene cambios muy grandes y debemos, en este caso, regular todo lo que tiene que ver con la migración de los multifondos a los fondos internacionales y eso debe estar funcionando el mes 25.
Debemos crear las carteras de referencia, que tienen que también estar en los mismos plazos en dos años diseñadas, debemos implementar los premios y castigos, que tienen que estar diseñados con anticipación y funcionando al cuarto año. Y tenemos todos los cambios y simplificación del sistema de límites e introducción de medidas de riesgo, que también debe estar en mes 25.
Además, toda la regulación de comisiones indirectas, que se estableció en el proyecto, que también tienen que estar vigentes entre el mes 12 y el mes 16 aproximadamente, lo cual implica un cambio completo en lo que es la regulación de inversiones. Yo creo que ese es uno de los cambios más complejos que vamos a enfrentar y que tenemos que estar trabajando desde ya en su preparación. El tiempo está contra nosotros, ya estamos trabajando en eso.
Otro cambio complejo es la implementación del Seguro Social. Es algo inédito y que implica preparar y diseñar todo lo que es el cálculo, la gestión de los beneficios y los pagos.
Y por supuesto tenemos la licitación de stock, muy importante y que tiene que salir perfecta. Hay que llamar a licitación el mes 29. Para eso, tenemos que diseñar todo el proceso antes, que incluye una plataforma de la Superintendencia para que las personas puedan entrar y manifestar su voluntad de no incluirse si así no lo desean.
Licitación: "Hay mucha gente viendo esto"
-La licitación de stock probablemente es uno de los cambios más trascendentales. ¿Siente de alguna manera que es el desafío más grande por dónde están puestos los ojos?
-Es un tema de mucho riesgo. Hay mucha gente viendo esto, tanto los incumbentes, como actores que quieren entrar, como gente que está analizando esta interesante política pública para ver cómo funciona.
Aquí no puede fallar ninguna pieza en el diseño, tiene que estar todo perfectamente engrasado. El sistema de información o la plataforma para que los afiliados se informen y puedan expresar su voluntad tiene que funcionar perfecto. El diseño para la aleatoriedad tiene que ser perfecto. La licitación para evaluar a quienes quieran postular tiene que estar muy bien diseñada. Finalmente, todo este ecosistema que rodea a la licitación tiene que estar conectado perfectamente.
Hoy día los precios debieran bajar para un afiliado promedio bastante.
-Decía que aquí no puede fallar ninguna pieza. ¿Qué cosas concretas está haciendo la Superintendencia para que así sea?
-Nosotros hemos estado trabajando hace rato en la licitación de stock, estudiando detalladamente todo su diseño y cómo debiera operar para que funcione bien. Hemos hecho muchos ejercicios, muchas pruebas. Ya tenemos bastante avanzado en ese sentido el diseño teórico para generarlo. También tenemos bastante experiencia en lo que es evaluar nuevas administradoras, que va a ser uno de los puntos importantes. Sabemos bien cómo evaluar una AFP entrante.
-¿Qué cosas se harán para evitar problemas en el traspaso de activos, que fue un tema que preocupaba de la licitación?
-Hay varias medidas que ya se incorporaron en la ley para darle más seguridad al proceso. Entre ellas, se obliga a las administradoras -se obliga, no es opción- hacer traspasos internos de cartera entre ellas. O sea, la administradora tiene que traspasar papeles o posiciones, a quien se adjudique esto (...) se cambia en definitiva la posesión y la custodia. Ya hemos estudiado eso con las custodias. Hemos estado viendo en detalle los temas.
-¿Y eso realmente se puede hacer? Porque una de las críticas de la industria era que no se podía…
-Aquí nada es tan fácil, pero sí se pueden hacer las cosas. Hemos estado con gente de afuera y de acá y llegamos a la conclusión que sí se puede hacer. Por supuesto, hay casos excepcionales en que no, entonces va a haber casos en que no se van a poder transferir los activos o va a ser complejo hacerlo. Y en ese caso esos activos y la misma ley lo dice, la Superintendencia puede determinar una categoría que se llama intransferible, y esos quedan fuera de la licitación. Ese porcentaje es un porcentaje pequeño de la cartera, no es más del 6%.
También la ley puso un plazo de seis meses, prácticamente entre cinco y seis meses desde que se adjudique la licitación hasta que se traspasan los afiliados y los activos. Ese plazo se puso exclusivamente por esto, para que haya un buen tiempo para preparar el traspaso de los activos. Entonces hay una serie de medidas que están instaladas y que se pensaron desde antes para mejorar el proceso y escuchando también las críticas que nos hacían desde afuera.
-¿No es injusto que actores que hoy llevan muchos años y que tienen poco más del 20% de afiliados, con la licitación puedan entrar otros y llegar en algunos años a construir el 25% del tope?
-Hoy ningún administrador tiene 25%. La que más tiene, 22%, casi 23%. Estoy del lado de los afiliados, no estoy en contra de nadie. Lo que observo es que aquí hay algo injusto, que es que los afiliados están pagando más de lo que debieran y contribuyó a que esa situación anómala se solucione. Y ojo, que estamos solucionando un problema de mercado con una solución de mercado.
Remover barreras de entrada
-¿Cómo se asegura que el IPS sea un ente como cualquier otro y compita bajo las mismas reglas?
-Lo que se trató de hacer, en este cambio industrial, es que efectivamente se dé una mayor competencia. Entonces, hoy hay varias barreras a la competencia. La principal es que los afiliados no se cambian, son inertes. Una AFP para entrar al mercado chileno la única forma que tiene de hacerlo es con la licitación de nuevos afiliados. Así, han entrado las únicas dos AFP nuevas de los últimos años, pero ese mecanismo está agotado. ¿Ahora qué barreras a la entrada hay que remover? Una es justamente esta inercia de los afiliados.
Lo que se hizo acá fue, por un lado, bajar el encaje a un nivel razonable, estableciendo otros incentivos, introducir esta licitación de stock y de esta manera lograr que se formen las condiciones para que puedan entrar nuevos actores y competir efectivamente en todas las dimensiones por conseguir nuevos afiliados. La idea era generar un ecosistema competitivo, derribando todas las barreras de entrada que existían, sin sacrificar la solvencia, la rentabilidad y el servicio de los actores.
-¿Cómo se asegura que el IPS funcione de buena manera?
-En el caso del IPS, fue una discusión larga de cuál era el rol del Estado en el sistema de pensiones. Finalmente no ingresó un inversor estatal. En el caso del IPS como administrador de cuenta, se complementa la competitividad, que pueda entrar un gestor nuevo. De hecho, hay uno que ya manifestó su voluntad de entrar. Esos gestores que puedan entrar, son especialistas en inversiones. ¿A quién pueden pedirle el servicio de administración de cuentas? ¿A una AFP? Difícil, porque es competidor. Lo que se hizo en el proyecto fue enfatizar en que todas las funciones, distintas de inversiones, se pueden subcontratar. Y se está delegando la posibilidad de que un actor estatal, en este caso el IPS, también pueda ofrecer esos servicios, para que justamente los actores que son expertos en inversiones y quieran entrar, puedan hacerlo sin que les bloqueen la entrada. El único conocimiento de eso es lo que se ha informado en la prensa. Por lo tanto, no puedo referirme a eso, porque no tengo información.
-¿Cómo se imagina la industria en diez años más? ¿Con más o menos actores?
-Es difícil porque el mercado tiene mucha dinámica competitiva. Y aquí, como se están moviendo muchas piezas, las reacciones de los actores incumbentes y de los que van a entrar son difíciles de predecir y además van a ir reaccionando a lo que vayan haciendo.
Pero uno sí podría pensar que a futuro van a entrar nuevos actores distintos de los que están hoy; van a salir algunos de los que están, que no van a poder competir y otros van a reconvertir sus estrategias.
-¿Qué le parece que después de haber llegado a un acuerdo donde no está el inversor estatal, el Gobierno insista en ello?
-El único conocimiento que tengo de eso es lo que se ha informado en la prensa. No puedo referirme a eso, porque no tengo información.
Nosotros nos vamos a preocupar y ya estamos en eso, exclusivamente, en una implementación de excelencia del proyecto de ley por el bien de todos los afiliados. Queremos que esto salga bien y en eso estamos enfocados. Si el Gobierno nos llama a colaborar en cualquier otro proyecto de ley, vamos a estar disponibles para aportar técnicamente.
Relación con la industria
-¿Su relación con la industria ha ido de más a menos en estos nueve años como superintendente? ¿Cómo quedará la relación a partir de ahora?
-Para la pesca grande, hay que navegar aguas profundas. Y la única forma que podamos llegar a esto que estamos llegando, que es un buen acuerdo, es que había que extremar muchos argumentos. Había que extremar bastante los argumentos para evitar que la reforma no salga, porque ya habíamos tenido dos experiencias que no salían y ahora era necesario que saliera.
Mi relación ha ido de más a menos, me dice. Lo voy a dar vuelta: mi relación con los afiliados ha ido de menos a más. Todos los días me encuentro con gente en la calle y ahora me van a saludar, me preguntan ¿cuándo van a subir las pensiones?, me dicen, qué bueno que subieron las pensiones con la de PGU. Hace unos años la gente me miraba de forma hostil, muy hostil y me decía ¿y cuándo va a arreglar las AFP?
Mi relación con los afiliados ha ido de menos a más y si eso implica que mi relación con las AFP ha ido de más a menos, no lo sé. Yo trato de actuar correctamente siempre.
“Desde hace muchos años, los afiliados están pagando un sobreprecio”
El superintendente defendió el mecanismo de la licitación que ha sido ampliamente criticado en la industria. Macías aseguró que el objetivo es que “los afiliados paguen precios justos”.
En esa línea, criticó a las AFP respecto de sus costos actuales. “Todo esto parte porque desde hace muchos años, los afiliados están pagando un sobreprecio. Un precio que está completamente fuera de un mercado competitivo. O sea, las AFP marginan sistemáticamente más de un 100% todos los años. Es decir, si el costo es 100, ellos cobran más de 200…en ningún mercado competitivo ocurre eso”, cuestionó.
Consultado sobre la carta de las aseguradoras de capitales estadounidenses -tres de ellas dueñas de AFP chilenas- que acusaron expropiación de afiliados, problemas en materia de tratados de libre comercio y advertencias legales, sostuvo: “Al aspecto jurídico específico no me voy a referir, porque no soy abogado. Y no puedo descartar nada, porque no me corresponde hacerlo”.
Sin embargo, reveló que “el equipo técnico que trabajó en esto, vio esos temas antes de avanzar en una propuesta de licitación de stock. Lo vio con especialistas en temas constitucionales y también con expertos en tratados internacionales”.
El regulador manifestó que los expertos plantearon que las personas pudieran salirse, o sea, retractarse de estar en la entidad licitada y que eso el afiliado lo pudiera expresar en cualquier momento del tiempo. “Y eso se está cumpliendo”, dijo.
“Es absurdo pensar que los afiliados tienen dueño. Los afiliados no tienen dueño, que es un argumento absurdo que se usó al principio de este proceso, pero que se ha ido diluyendo con el tiempo”, concluyó.