Los mercados brasileños moderaron las pérdidas observadas en el inicio de la sesión tras el estrecho triunfo de Dilma Rousseff sobre Aecio Neves en los comicios de ayer, lo que supone un cuarto periodo presidencial del Partido de los Trabajadores.
El principal índice de la Bolsa de Sao Paulo, el Ibovespa, retrocedió 2,77% hasta los 50.503 puntos, registrando su peor nivel desde el 15 de abril pasado. Sin embargo, se debe consignar que en la apertura el indicador se desplomó 6,1% , pérdidas que a media jornada disminuyeron a 4,74%.
Tras una dura campaña, Dilma se impuso finalmente a Neves, el favorito del mercado, en la segunda vuelta por una ventaja de apenas tres puntos, la más estrecha desde que Fernando Collor de Melo derrotó a Lula por un margen de seis puntos, en 1989.
Desde entonces, no obstante, el entorno político ha cambiado mucho. La crisis económica que enfrenta el país y la corrupción marcarán el nuevo período presidencial. A primeros de septiembre, antes de la primera vuelta de los comicios, Paulo Alberto Costa, ex director de Abastecimiento de la estatal Petrobras, aseguraba que diputados y algún ex ministro habían aceptado sobornos de las empresas que licitaban con la petrolera. Varios eran del Partido de los Trabajadores de Dilma Rousseff.
El otro gran tema es la economía. El anuncio de que Brasil se encontraba en "recesión técnica" fue un asunto recurrente por los opositores de Rousseff. Neves le recordó a la presidenta en cada uno de los debates que el país ha crecido un promedio de 1,6% en los últimos cuatro años; lejos de las tasas que asombraron hace una década.
"Un resultado tan estrecho reduce su capacidad de radicalizar políticas", dijo a la agencia Reuters, Alberto Bernal, un economista de Bulltick Capital Markets con sede en Miami. "La mitad del país está en contra de lo que ella ha venido haciendo", agregó.
Desde que comenzó, el 6 de octubre, cuando Marina Silva quedó eliminada, la campaña de la segunda vuelta estuvo marcada por un empate que se mantuvo casi hasta el final, lo que supuso una polarización extrema de la sociedad brasileña que ha quedado reflejada en el resultado final. Un día antes de la votación, Rousseff y Neves aparecían empatados técnicamente, con el 52% y el 48% de los votos válidos, respectivamente.
Finalmente, sin embargo, ni las acusaciones de corrupción, ni la gestión económica de Rousseff le han pasado factura al Partido de los Trabajadores, como en algunos momentos advirtieron las encuestas, que se asegura una continuidad en el poder de 16 años consecutivos.
Efectos en Santiago
La Bolsa de Comercio de Santiago se contagió de la caída de la plaza brasileña y su principal indicador, el IPSA, se contrajo un 0,73% hasta los 3.794,83 puntos.
Los otros indicadores también terminaron con pérdidas. Así el IGPA retrocedió un 0,64% y finalizó en 18.643,22 enteros y el INTER-10 perdió 1,10% quedando en las 4.557,72 unidades.
Por su parte los sectores con peores desempeños corrieron por cuenta de Construcción e Inmobiliaria (-2,78%), Industrial (-2,16%) y Consumo (0,86%)
Mientras que las acciones de las empresas presentes en Brasil sufrieron caídas ante el pesimismo generado por el triunfo de Dilma.
En este contexto los papeles más perjudicados fueron los de Lan (-2,75%)Sonda (-2,54%) y Andina-B (-1,74%).