Así han aprovechado los bancos la “dolarización” de los chilenos en los últimos dos años
Santander y Banco de Chile lideran el crecimiento de los depósitos en moneda extranjera. Los expertos advierten de riesgos para el sistema financiero chileno si se sigue profundizando la tendencia.
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Una creciente tendencia que se está observado en el mercado es que en los últimos dos años los chilenos han venido tomando cada vez más posiciones en dólares. Muestra de ello es que el Banco Central registró a septiembre US$ 45.478 millones en depósitos en moneda extranjera, 13,4% más que en 2020. La diferencia es aún más grande respecto a 2019, anotando un crecimiento 42,3%.
Además del aumento de los depósitos, también se experimentó un explosivo crecimiento de cuentas corrientes en moneda extranjero, tanto de personas naturales como jurídicas. Según los datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), al término de septiembre había 89.405 cuentas corrientes en moneda extranjera en manos de personas naturales. Esta cifra es 37,8% mayor que en 2020 y al compararse con 2019, el incremento es de 74,8%.
El académico del Instituto de Economía UC, Alejandro Vicondoa, explica que el aumento de persona que han abiertos cuentas corrientes en moneda extranjera se debe a varios factores que generaron incertidumbre en la economía chilena, entre los que estuvieron las elección los miembros de la Convención Constituyente, las elecciones parlamentarias y presidenciales y los temores ante los efectos económicos de la pandemia.
"Tanto las empresas como los hogares, deciden ahorrar o modificar su posición en activos e ir hacia el activo más seguro que es el dólar. Esto es un fenómeno muy común que ocurre en otros países de América Latina cuando hay un mínimo incremento de la incertidumbre y eso se ve reflejado en que los depósitos que se convierten en dólares o en otras inversiones en moneda extranjera", apunta Vicondoa.
El investigador del Centro de Estudio en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Guillermo Acuña, ahonda que en este escenario de incertidumbre "las inversiones en el extranjero se hacen relativamente más atractivas que las inversiones dentro del país, y para invertir en el extranjero se necesitan dólares, lo que explica el aumento del número de cuentas en moneda extranjera".
El profesor de la Escuela de Negocios UAI, Pablo Pincheira, añade que con este aumento de las cuentas corrientes en moneda extranjera "puede ser un paso intermedio para que esos capitales salgan de Chile si es que el entorno doméstico se visualiza muy riesgoso".
Dentro principales actores de este mercado está Banco Santander que tiene 40,8% de las cuentas corrientes en moneda extranjera entre personas naturales con 36.453 a septiembre de acuerdo a los datos de la CMF. La firma española aumentó casi 75% el número de este producto en comparación a 2020.
La entidad financiera comenta tras sus cifras de crecimiento que "el comercio en dólares en Chile ha venido creciendo sostenidamente desde hace un tiempo. Cada vez consumimos más productos y servicios en moneda extranjera, por lo que nuestros clientes han venido solicitando este tipo de cuentas que puede ser contratado de manera remota".
En segundo lugar se posiciona Banco de Chile con una cuota de mercado de 23,7% y 21.176 cuentas correntistas en moneda extranjera. Esta cifra es 9,6% mayor respecto a septiembre del año pasado.
El tercer puesto lo ocupa Banco Bice que tiene 10.214 cuentas corrientes de personas en moneda extranjera, con una participación de 11,4% en la industria bancaria. La compañía anotó un crecimiento de 20,5% a doce meses.
El gerente División Banco BICE, Cornelio Saavedra, detalla que el crecimiento de doble dígito que han registrado se explica "por el incremento de inversiones en otros países, producto de las alzas en el tipo de cambio local. Es necesario tener una cuenta en moneda extranjera, que permite operar con una mayor facilidad y flexibilidad, para las transacciones de dichas inversiones".
El mundo de empresas
Los registros de la CMF además evidencian que las personas jurídicas también han salido a abrir cuentas corrientes en moneda extranjera de manera relevante. A septiembre existen 89.405 cuentas, 37,8% más que en 2020 y respecto a 2019 el incremento es de 74,8%.
En este segmento el liderazgo lo mantiene Banco Santander con 22.973 cuentas y logrando una cuota de mercado de 26,9%. La compañía presidida por Claudio Melandri experimentó un crecimiento del número de cuenta correntistas de 25,1% a doce meses.
La segunda posición también se repite para Banco de Chile con 19.581 cuentas corrientes y 22,9% de participación dentro del segmento. La entidad ligada al grupo Luksic y Citi tuvo un incremento de 12,4% en el número de sus clientes en un año.
El tercer lugar lo ocupa Bci con 13.289 clientes con cuentas corrientes en moneda extranjera. Con este número, la empresa controlada por la familia Yarur tiene 15,6% del mercado en personas jurídicas y creció 8,8% respecto a septiembre de 2020.
Desde Bci afirmaron que el crecimiento que han tenido en el último tiempo se debe a que "los clientes están buscando diversificar sus activos: el dólar actúa como moneda refugio en tiempos de incertidumbre y, como el peso ha tenido una alta fluctuación, más clientes se han interesado por esta alternativa".
Los riesgos de la dolarización
En cuanto a este importante crecimiento en los depósitos y cuentas corrientes en moneda extranjera, Vicondoa matiza que "sigue representando un porcentaje no tan grande del total de depósitos bancarios. En otros países de la región la dolarización de depósitos o carteras es un fenómeno mucho más pronunciado e importante en relación al porcentaje total de activos y los efectos en el sistema bancario son bastantes más importantes".
No obstante, Pincheira advierte que "el riesgo de esta situación es el eventual surgimiento de descalces cambiarios en el sistema financiero. Este riesgo de descalce se puede trasladar a otros agentes si es que ellos empiezan también a tomar créditos en dólares. No obstante el sistema financiero también cuenta con instrumentos para disminuir los riesgos de descalce".
Acuña profundiza que "el efecto en el sistema financiero no es bueno, ya que la salida de capitales del país sumada a los retiros previsionales, produce una pérdida de profundidad en los mercados. Esto hará que sea más difícil para las empresas obtener financiamiento, que se utiliza para desarrollar proyectos y generar empleo".
El investigador de la UDD añade que "la economía requiere inversión para crecer, la que probablemente disminuirá si los capitales se invierten fuera del país. Los mercados financieros son esenciales para propiciar el crecimiento económico".