Las ventas de autos nuevos en noviembre
en Japón cayeron un 27,3% con respecto al mismo mes del
año anterior hasta su nivel mínimo en 39 años, según la Asociación
de Japón de Distribuidores de Vehículos.
En noviembre se vendieron en Japón 215.783 vehículos nuevos, un
27,3% menos que en noviembre de 2007.
Las ventas de turismos cayeron un 27,9% hasta las
186.554 unidades, mientras que se vendieron 28.338 camiones, un 23,8% menos en términos interanuales.
Una de las marcas niponas más afectadas fue Mitsubishi Motor,
cuyas ventas cayeron en noviembre el 45,5%
con respecto al año pasado.
El gigante Toyota vio como sus ventas se resentían en el
penúltimo mes del año el 21,7%, las de Honda, segundo
fabricante de Japón, cayeron el 21,6% y las de Nissan, el
tercer fabricante del país, bajaron el 29,5%.
Los datos, que excluyen los autos de menos de 660
centímetros cúbicos, muestran como la industria del motor japonesa,
una de las más fuertes del país, empieza a sufrir las consecuencias
de la crisis.
Mientras que en los once primeros meses del año la reducción en
las ventas fue del 5,3%, en noviembre la caída se disparó
hasta el 27,3%.
Durante 2007 la venta de vehículos nuevos en Japón cayó un 7,6% en términos interanuales hasta los 3,43 millones de
unidades.
Durante las últimas semanas algunos de los principales
fabricantes de vehículos nipones como Nissan, Mazda, Suzuki o Isuzu
han empezado a anunciar que prescindirán de sus trabajadores
temporales o a tiempo parcial dados sus planes de reducir la
producción en Japón.
Por el momento se han limitado a no renovar los contratos que han
expirado y a paralizar las nuevas contrataciones pero, según apuntan
las previsiones de mercado, si el panorama económico empeora
empezarán a plantearse el despido de trabajadores a medio plazo.