El vicepresidente venezolano, Ramón
Carrizalez, anunció hoy que las negociaciones con la cementera
mexicana Cemex "apenas están instalándose" y valoró como "positiva"
la "predisposición" mostrada por la empresa para evitar los
tribunales internacionales.
"Como primer elemento para avanzar, es necesario la toma de
control de las operaciones plena y de común acuerdo con la empresa
por el Estado", explicó Carrizalez a la salida del primer encuentro
entre el Gobierno y el nuevo equipo negociador enviado al país por
la empresa mexicana.
Asimismo, descartó "establecer porcentajes" de la parte de la
empresa que eventualmente seguirá en poder de la mexicana y recordó
que el gobierno venezolano ya decretó su expropiación.
"Sin embargo, hay cosas que se están trabajando con flexibilidad
en función de la disposición de la empresa y del Gobierno de
México", añadió.
Carrizalez negó ante los periodistas que el gobierno del
presidente Hugo Chávez haya subido el precio estimado de los
iniciales US$650 millones, frente a los US$1,3 millones que, según las autoridades venezolanas, solicitaba Cemex.
"Es falso (...); hay que verlo (el precio) desde un punto de
vista integral: problemas laborales, medioambientales, costos,
operatividad, tecnología, cotización en la bolsa", explicó el
vicepresidente, quien detalló que el decreto de expropiación incluyó
un plazo adicional de 60 días "para negociar".
El gobierno venezolano tomó el martes pasado las instalaciones de
Cemex, luego de finalizar el plazo inicial de 60 días de
negociaciones preliminares para la nacionalización de toda la
industria cementera del país.
Al fracasar las negociaciones durante el primer plazo y tras
decretarse la expropiación, la empresa mexicana anunció la semana
pasada que presentaría una demanda ante el Centro Internacional para
el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones (CIADI) en contra de la confiscación de sus bienes.
Sin embargo, tras una reunión entre el embajador mexicano en
Caracas, Jesús Mario Chacón, y Carrizalez, ambas partes acordaron
retomar las negociaciones hoy.
Carrizalez, quien valoró como "exitosa" esta nueva reunión
inicial, afirmó que la reanudación de las conversaciones se producía
"a solicitud de la empresa y de México".
El presidente mexicano, Felipe Calderón, pidió la semana pasada a
Caracas a través de una misiva continuar las negociaciones con Cemex
"sin un trato discriminatorio", lo que Chávez sostuvo que no había
ocurrido.
El vicepresidente venezolano resaltó "la disposición a llevar
adelante la negociación de forma armónica", aunque advirtió que "si
hay que ir a otras instancias", lo harán, como dijo el presidente
Chávez.
Chávez, durante un acto este fin de semana, achacó la falta de un
acuerdo amistoso con Cemex a que su directiva mantuvo una actitud
"prepotente" y "retadora" ante su gobierno.
El gobierno ya cerró acuerdos de compraventa con las suiza Holcim
y la francesa Lafarge por un total de US$819 millones.
La filial venezolana de Cemex, con quince plantas en Venezuela,
controla la mitad de la producción cementera del país, mientras que
el restante 50% está en manos de Lafarge y Holcim,
prácticamente con un 25% cada una.
La compraventa se desarrolla dentro del proceso nacionalizador de
sectores calificados de "estratégicos" por Chávez, y que, hasta
ahora, ha afectado principalmente a las telecomunicaciones,
electricidad, hidrocarburos, lácteos, banca y cemento.