El pacto que firmaron el PP de Mariano Rajoy y Ciudadanos puede ayudar a desestancar políticamente a España, pero asestará un fuerte golpe fiscal a las grandes empresas y podría poner en peligro el cumplimiento del objetivo de déficit que exige Bruselas.
Para lograr su investidura, el presidente en funciones del gobierno aceptó que su eventual administración dispare el gasto público en 28.500 millones de euros (US$ 31.800 millones) en los próximos cuatro años. Para compensarlo, eliminará cerca de la mitad de las deducciones del Impuesto sobre Sociedades, elevando la tributación de grandes empresas en 15.000 millones de euros.
Tras el pacto de investidura con Ciudadanos, el presidente en funciones pidió ayer otra vez la abstención a los socialistas de Pedro Sánchez para poder formar gobierno. Sin embargo, ambos se levantaron de la mesa antes de media hora, sin avances.
En rueda de prensa, el líder del PSOE fue tajante. “El señor Rajoy me ha expuesto el acuerdo que ha alcanzado con Ciudadanos y con el que tiene intención de presentarse a la investidura. Ha sido una reunión perfectamente prescindible”, afirmó.
Rajoy dijo que irá a la investidura con 170 escaños. “No es la primera vez que un presidente es investido con esos votos”, indicó, subrayando que seguirá intentándolo porque es su responsabilidad. “Esta situación no se puede mantener porque hace daño al país”.