El ministerio de Asuntos Exteriores
polaco ha hecho público hoy el texto del acuerdo firmado con Estados
Unidos el pasado miércoles, que dio luz verde a los norteamericanos
para desplegar su escudo antimisiles en Polonia, un proyecto que
Rusia considera como una vuelta a los tiempos de la Guerra Fría.
El acuerdo suscrito por ambas partes califica al escudo
antimisiles como "una respuesta a la proliferación de armas de
destrucción masiva", incluidos los misiles balísticos.
El documento, que fue firmado en Varsovia por la secretaria de
Estado estadounidense, Condoleeza Rice, y por el titular de
Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, puso fin a 18 meses de
interminables negociaciones, frenadas por las constantes exigencias
de Polonia, que pedía una importante compensación por convertirse en
sede del sistema balístico norteamericano.
Finalmente, el conflicto entre Rusia y Georgia, en el que el
ejecutivo polaco tomó partido por la causa georgiana, aceleró el
acuerdo e incluso hizo que la mayoría de la opinión pública polaca
pasase de rechazar el escudo a apoyarlo.
En el documento hecho público, Washington y Varsovia subrayan que
el acuerdo fue firmado "de acuerdo a las leyes internacionales" y a
los pactos anteriores suscritos entre ambos países.
Las diez lanzaderas de misiles interceptadores que EE.UU.
desplegará en Polonia estarán ubicadas en la localidad de Redzikow
(norte del país), en una base cerrada, con acceso restringido,
operada por militares norteamericanos pero sometida a la legislación
polaca.
Además, los estadounidenses serán los responsables de mantener el
orden y la disciplina en el interior de la base, y las autoridades
polacas asegurarán la seguridad del perímetro externo.
Uno de los puntos del acuerdo firmado más celebrados por el
ejecutivo polaco es el compromiso que adquiere EE.UU. de defender a
Polonia en caso de ataque proveniente de un tercer país.
Para Varsovia, ésta era una condición imprescindible para aceptar
el despliegue del escudo, ya que acoger estas instalaciones
militares situarán a Polonia en el ojo del huracán en caso un
conflicto internacional.
Las lanzaderas de misiles estarán operativas a partir de 2012, y
se completarán con un potente radar que se ubicará en la República
Checa.
El sistema balístico, "de carácter completamente defensivo", como
destacó la propia Rice durante la firma, formará una especie de
escudo virtual capaz de detectar y derribar misiles de largo alcance
lanzados desde países como Irán o Corea del Norte.
Por su parte, y a pesar de que la Casa Blanca defiende que sus
lanzaderas "no apuntarán a nadie", Moscú critica el proyecto, que
considera una auténtica amenaza y que motivó serias amenazas contra
Polonia.