La productividad de los trabajadores en
Estados Unidos creció a un ritmo anual del 1,3% en el
tercer trimestre, más que lo esperado por los analistas, informó hoy
el Departamento de Trabajo.
En el mismo período el costo laboral subió a un ritmo anual del
2,8%, esto es ocho décimas menos que lo calculado por la
mayoría de los expertos.
El indicador sugiere que, entre julio y septiembre, las empresas
empezaron a ver los resultados de sus medidas para incrementar su
lucro: los trabajadores produjeron más por hora de labor, y el costo
de la mano de obra no subió tanto como se había calculado.
Por un lado, las compañías redujeron sus gastos en mano de obra,
a medida que la economía se contraía, reduciendo las horas de empleo
al ritmo más alto en seis años.
En Estados Unidos, cuando un empleado trabaja menos de 35 horas
por semana no percibe beneficios como seguro médico, vacación
pagada, o indemnización por despido.
Los economistas habían calculado que la productividad subiría un
0,9% entre julio y septiembre, después de un incremento
del 1,1% en los tres meses anteriores.
Es cierto que aumentó el costo de la mano de obra, pero ese
incremento ocurrió después de una caída del 2,6% entre
abril y junio.
El número de horas trabajadas bajó a un ritmo anual del 3,1%, la mayor disminución desde los tres primeros meses de 2002.
La producción de la economía -excluida la agricultura- cayó a un
ritmo anual del 1,9%, la mayor reducción desde la recesión
de marzo a noviembre de 2001.
Comparada con la del tercer trimestre de 2007, la productividad
ha subido un 2,1%, cerca del promedio anual del 2,5% registrado desde 1994. En un año los costos de mano de obra
han subido un 1,4%.
El Departamento de Trabajo divulgará el viernes su informe sobre
el desempleo en noviembre, y la mayoría de los analistas cree que el
índice subirá del 6,5% al 6,7%, en un mes en el cual
calculan que la economía tuvo una pérdida neta de 300.000 a 325.000
puestos de trabajo.