El presidente de Colombia, Álvaro
Uribe, visitará Washington del 17 al 21 de septiembre para continuar
su campaña de presión para que el Congreso estadounidense ratifique
el Tratado de Libre Comercio, informó hoy la embajada colombiana.
Durante su visita de cuatro días, Uribe sostendrá reuniones de
alto nivel con líderes políticos en el marco de una agenda
gubernamental y legislativa, dijo la embajada en un comunicado.
Después de su gira por Washington, Uribe se dirigirá a Nueva
York, donde participará en la Asamblea General de Naciones Unidas.
La portavoz de la embajada, Sandra Ocampo, dijo a Efe que se
trata de una "agenda en construcción", por lo que no pudo precisar
si Uribe se reunirá con el presidente George W. Bush.
Uribe, de todas maneras, sostendrá encuentros con "diversas
autoridades en torno a las relaciones bilaterales y hemisféricas,
así como para respaldar las gestiones que buscan la aprobación del
Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos", agregó el
comunicado.
El mandatario colombiano recibirá el premio "William J. Perry"
del Centro para Estudios Hemisféricos en la Universidad de Defensa
Nacional.
También se reunirá con líderes del sector empresarial y de la
comunidad colombiana en Washington y ciudades aledañas.
El 19 de septiembre Uribe será invitado especial del Club
Nacional de Prensa y, durante la tarde, ofrecerá un discurso ante el
Instituto Brookings, que ese día lanzará un programa de estudios
latinoamericanos.
La idea de la gira, según la embajada, es "reducir la brecha
entre la realidad y la percepción" que se tiene sobre la situación
de seguridad en Colombia.
Es el mismo mensaje que Uribe llevó ante el II Foro de
Competitividad de las Américas, que se celebró del 17 al 19 de
agosto pasados en Atlanta (Georgia).
La ratificación del TLC es una prioridad tanto para Washington
como para Bogotá, y ambos gobiernos realizan ingentes esfuerzos por
convencer al Congreso a que lo someta a votación antes de que
termine la 110 sesión legislativa, en octubre.
La oposición demócrata, presionada por los sindicatos
estadounidenses, no da su brazo a torcer y mantiene congelado el TLC
en el Congreso, mientras exige más logros del Gobierno de Uribe en
materia laboral y de derechos humanos.