El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, advirtió hoy que Europa tendría que preparar un
plan sistémico frente a la crisis financiera para el caso de que la
situación no mejore en Estados, ya que a su juicio las operaciones
puntuales corren el riesgo de no ser eficaces.
"Teniendo en cuenta la exposición a los riesgos de las
instituciones financieras europeas, podríamos vernos obligados a
pensar un plan sistémico para Europa si las cosas no mejoran al otro
lado del Atlántico", señaló Gurría ante la Asamblea Parlamentaria
del Consejo de Europa en Estrasburgo (noreste de Francia).
Alertó de que en esas condiciones "la acción caso por caso corre
el riesgo de dejar de ser eficaz en Europa", en alusión a las
intervenciones de varios Estados para salvar varios bancos cuya
fragilidad financiera amenazaba con conducir a la quiebra.
A ese respecto, recordó que "ya hemos asistido al salvamento de
los primeros bancos en dificultades en el Reino Unido, en Bélgica,
en Holanda y en Alemania".
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) reiteró el apoyo del que se conoce como
el "Club de los países desarrollados" al plan del Gobierno
estadounidense, que es objeto de debate en el Congreso después de un
primer voto de rechazo.
"Estamos frente a la peor crisis financiera desde la Gran Crisis
y sus repercusiones ya se hacen sentir más allá de la esfera
financiera en el mundo entero", argumentó.
Recordó que "el sistema financiero es la correa de transmisión
gracias a la que puede funcionar la economía. Y si (...) está
parcialmente bloqueado y paralizado como ahora, la economía no puede
funcionar normalmente".
Gurría avanzó que la economía de los países del G7 no crecerá
este año más que un 1,4%, frente al 2,2% en 2007.
Más allá de las medidas de urgencia, el secretario general dijo
que hay que abordar las raíces de la crisis y reformar el sistema
financiero internacional.
"Habrá más burbujas y más crisis si no se va directamente a las
fuentes de los desequilibrios actuales. Por eso es imperativo
entender en primer lugar los vínculos de causa-efecto para formular
orientaciones juiciosas", subrayó.
A juicio de Gurría, la crisis actual tiene una serie de
características particulares, en particular un modelo de atribución
de créditos que transfiere los riesgos o "una gran sed de
rendimiento" que ha generado una fuerte demanda de activos de alto
riesgo.
También aludió al desconocimiento del nivel de riesgo de los
títulos derivados de créditos hipotecarios, a la existencia de
"incitaciones inadaptadas" en los regímenes de gestión de las
instituciones financieras y al papel de las autoridades de tutela de
las agencias de calificación.