Las perspectivas a corto plazo con
respecto a las inversiones extranjeras directas son pesimistas, al
punto que podrían estar por debajo de los US$ 1,2 billones en
2009, con respecto a los US$ 1,67 billones del año pasado,
señaló hoy un informe del organismo comercial de la ONU.
Con el mundo sumido en plena crisis económica y financiera, esas
inversiones disminuyeron un 14% en 2008, pero los datos
preliminares apuntan a que la caída se acentuará este año, con una
baja estimada de 44% en el primer trimestre.
En su informe anual sobre inversiones, la Conferencia de Naciones
Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) señala que espera
"una lenta recuperación" en 2010, la que podría acelerarse recién en 2011.
Según ese análisis, las inversiones extranjeras directas (IED)
podrían subir el próximo año a US$ 1,4 billones y llegar a
US$ 1,8 billones en 2011, acercándose así a su nivel
históricamente alto de 2007 (US$ 1,97 billones).
Razones de la baja
Una de las razones principales, explica, es que las empresas
trasnacionales tienen dudas y son pesimistas en cuanto a la
expansión de sus operaciones internacionales, según se desprende de
una encuesta realizada entre ese tipo de compañías.
"Mientras el año pasado sólo el 40% de compañías decía
sentirse afectada por la crisis, ahora el 85% de
trasnacionales culpa a la recesión mundial de haber influido en el
recorte de sus planes de inversión", detalla el documento.
Otro dato que se desprende de ese sondeo es que el 58%
de las mayores trasnacionales indicaron su intención de reducir sus
gastos en IED este año y, de ellas, un tercio dijo que esa
disminución será muy importante.
Líderes de la recuperación
Estados Unidos, China, India, Brasil y Rusia liderarán
previsiblemente la recuperación de las IED en los próximos años, según las empresas
encuestadas.
Por sectores, la recuperación favorecerá primero a las industrias
menos sensibles a los ciclos empresariales y que operan en mercados
con una demanda estable, como el de servicios y la agroindustria,
así como a aquellas que tienen perspectivas de crecimiento a largo
plazo, como las farmacéuticas.
La nueva situación provocada por la crisis mundial también
modificó el ránking de países más importantes de origen y destino de
las inversiones, con el surgimiento de varios países en desarrollo
no sólo como grandes receptores, sino como importantes inversores.
Ellos representaron el 43% de los ingresos por
inversiones y fueron fuente del 19% de las mismas.