El secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, viajará mañana a Puerto Príncipe al frente de
una misión con el fin de expresar al Gobierno haitiano el respaldo
de los organismos internacionales y de los países del Grupo de
Amigos de Haití ante la crisis derivada de la falta de alimentos.
La misión está integrada por altos representantes de Argentina,
Brasil, Canadá, México, Estados Unidos y de la Unión Europea, así
como por un enviado especial del secretario general de Naciones
Unidas, informó hoy la Organización de Estados Americanos (OEA).
En una reunión del Grupo de Amigos de Haití en la sede de la OEA,
Insulza lamentó que ese país caribeño se vea afectada por el alza
del precio del petróleo y de los alimentos, en momentos en que se
registran "avances importantes" en la lucha contra la violencia y a
favor del desarrollo y el fortalecimiento de las instituciones.
El titular de la OEA descartó que los actos de violencia que se
desataron por la falta de alimentos se hayan traducido en
inestabilidad política.
Insulza aseguró que el Gobierno del presidente Rene Preval
"controla plenamente la situación y realiza consultas con las
fuerzas políticas para nombrar en breve al nuevo primer ministro",
tras la destitución de Jacques Edouard Alexis el 12 de abril, en
medio de violentas protestas por el alza del coste de vida.
Sin embargo, el máximo responsable de la OEA hizo hincapié en la
necesidad de que la cooperación de los organismos internacionales y
de los países amigos de Haití llegue con rapidez a la población
haitiana.
"La solidaridad debe expresarse rápido y el envío de alimentos es
urgente para que el Gobierno pueda hacer frente a ese problema",
advirtió.
El encuentro del Grupo de Amigos fue presidido por el secretario
general adjunto de la OEA, Albert Ramdin, quien además es presidente
del Grupo de Trabajo sobre Haití, del organismo interamericano.
Ramdin reclamó a los países y organismos amigos de Haití que
ofrezcan toda la ayuda posible a ese país, y destacó la necesidad de
abordar la situación haitiana con vista a corto y también a largo
plazo para atender las demandas inmediatas y también el desarrollo.
Resaltó que el objetivo es ayudar al pueblo y Gobierno de Haití,
para evitar que se produzca una crisis más amplia, y coincidió con
Insulza en que, a pesar de la situación de emergencia, no se trata
de una crisis política.