El Gobierno venezolano publicó en la
edición de hoy de la Gaceta Oficial el decreto de "adquisición
forzosa" de la filial en este país de la empresa cementera mexicana
Cemex, luego de que las partes no alcanzaran un acuerdo negociado.
"Procédase a efectuar las expropiaciones (...) para la
adquisición de acciones, derechos y demás bienes" de Cemex, en
cumplimiento a la ley promulgada hace dos meses mediante la cual se
ordenó la nacionalización de todo el sector, dice el decreto.
El decreto está fechado el martes, cuando se informó que lo
firmaría el presidente venezolano, Hugo Chávez, en lo que se supuso
sería una ceremonia formal para ello, pero el gobernante optó por
aludir al asunto anoche durante una alocución televisada en la que
trató también otros asuntos.
"Hemos nacionalizado la industria cementera; ya basta, ya era
hora, pero vean cómo lo presentan" los medios locales "como si fuera
una agresión" del Gobierno contra las empresas extranjeras,
manifestó el jefe de Estado.
A su juicio, con ese enfoque "apátrida", los medios locales
"están defendiendo los intereses contrarios a la nación", aunque
señaló que no habría que extrañarse porque "esa es la oligarquía".
Chávez reiteró que la toma de control de la industria del cemento
favorecerá los planes oficiales de construcción de viviendas, que se
han visto obstaculizados, según la versión presidencial, porque las
empresas exportan la mayoría de su producción.
El Estado venezolano tomó simbólicamente la medianoche de este
lunes las plantas de la mexicana Cemex, la única de las tres
empresas extranjeras afectadas por el decreto de expropiación que no
logró, en el plazo de 60 días de negociación previsto en la ley, un
acuerdo amistoso sobre el valor de sus instalaciones.
El Gobierno de Venezuela reveló que Cemex, que aporta alrededor
de la mitad de las diez toneladas anuales de cemento producidas en
el país, pedía unos 1.300 millones de dólares por sus activos.
"Si nos fuéramos por el valor de Cemex en la Bolsa de Valores
(...), eso no sobrepasa los 400 millones de dólares", replicó el
martes el ministro venezolano de petróleo, Rafael Ramírez.
La suiza Holcim y la francesa Lafarge, responsables casi en
partes iguales de la otra mitad de la producción nacional de
cemento, acordaron, en cambio, la compraventa de la mayoría de sus
acciones de manera negociada.
En el caso de Lafarge, se acordó la compraventa del 89 por ciento
de sus acciones en 552 millones de dólares, y en el de Holcim el
pago de 267 millones de dólares por el 85 por ciento del paquete
accionarial.
El decreto venezolano se conoce un día después de que el Gobierno
de México pidiera al de Venezuela la continuación de las
negociaciones con Cemex "sobre la base de los principios de diálogo,
trato no discriminatorio, concertación y apertura", según un
comunicado difundido por la cancillería de ese país.