El Gobierno de Argentina aseguró hoy
que el crecimiento económico del país está garantizado pese a la
crisis financiera global y dijo que hay "certezas" de que se
resolverán los temas de deuda pública pendientes.
El jefe de Gabinete, Sergio Massa, sostuvo que este año Argentina
completará su sexto año consecutivo de crecimiento pese a ser parte
de un "mundo sumido en dificultades financieras, en la que incluso
los países centrales están afectados por fuertes niveles de
recesión".
Massa ofreció hoy su primer informe de gestión de gobierno ante
la Cámara de Diputados, bajo una nueva modalidad con posibilidad de
preguntas al ministro, pero que no conformó a los parlamentarios
opositores, quienes junto a los oficialistas protagonizaron una
acalorada sesión.
El jefe de Gabinete sostuvo que Argentina tiene todavía "gran
capacidad exportable", aún en momentos en que bajan los niveles de
consumo de los países que compran sus productos, y marcó como
fortaleza económica el nivel de reservas monetarias del país, que
ronda los 47.000 millones de dólares.
Massa defendió la intención de Argentina de saldar sus deudas con
el Club de París, integrado por 19 países suramericanos, y con los
acreedores privadas que no adhirieron al canje de deuda de 2005.
"Les doy la certeza de que vamos a poder resolver todos los temas
pendientes de la deuda pública de Argentina", aseguró el ministro,
quien destacó que el pago al Club de París, cuyo mecanismo debe ser
aún negociado, "más allá de lo que significa en términos del mercado
de capitales, es importante por la relación bilateral con cada uno
de los países" que integran el foro.
Con respecto a la reapertura del canje con los acreedores
privados, Massa explicó que la maniobra busca mejorar el perfil de
deuda de Argentina.
"Hay que hacer un re-posicionamiento de nuestra cartera y darle
al perfil de vencimientos una perspectiva mejor", sostuvo.
La sesión de hoy registró varios momentos de tensión y quejas de
parte de la oposición, cuando se determinó que Massa no contestaría
las preguntas de los diputados una por una, sino que tomaría nota y
las respondería en una sola intervención global.
En una segunda ronda de preguntas, los opositores se quejaron por
las faltas de respuestas a algunas cuestiones puntuales y se
registraron varios cruces entre los propios legisladores, a los
gritos.
"Me preocupa que algunas cuestiones se plantean en términos
personales, cuando en realidad lo que está en juego no es el rol de
un jefe de gabinete sino Argentina. A veces el plantear las cosas
desde el punto de vista personal tiene que ver más con el calor de
la política con vista electoral", afirmó Massa.
El jefe de Gabinete recordó que el mecanismo de informes no es
una interpelación, aunque admitió que puede ser perfeccionado e
invitó a los diputados que quedaron inconformes a enviarle sus
preguntas por escrito, lo que irritó a algunos legisladores
opositores.