Un sonido de salsa le daba una atmósfera de fiesta a los counters de check-in de JetBlue en el aeropuerto de Fort Lauredale ayer, cuando la aerolínea se convirtió en la primera de varias estadounidenses en operar vuelos comerciales a Cuba en más de medio siglo.
El vuelo, tripulado por un equipo cubano-estadounidense, abre otro capítulo en los esfuerzos del presidente Barack Obama por normalizar las relaciones con La Habana, un proceso que comenzó en diciembre de 2014. El vuelo de 72 minutos de la base de JetBlue en Florida fue hacia Santa Clara, el lugar de entierro de los restos de Che Guevara.
“Las divisiones (entre EEUU y Cuba) sólo han separado familias. Creo que es una buena idea”, dijo Luis Ricardo, un cubano-estadounidense que abordaría el avión, a CNN en Español. “Y mientras más vuelos haya, más baratos serán”.
Los vuelos charter, por mucho tiempo disponibles hacia varios destinos en Cuba desde Miami, son infames por sus largos tiempos de registro y largas filas de emigrantes cubanos que envían bienes envueltos en plástico, como medicina, uniformes escolares y piezas de motocicleta a sus familiares. También cuestan hasta US$ 500 por un boleto de ida y vuelta.
En comparación, JetBlue vende los dos tramos por US$ 200. Los clientes electrónicos necesitan sólo hacer click en una caja para certificar que cumplirán con las doce categorías de viajeros permitidas por el Tesoro de EEUU para hacer el viaje a Cuba.
A pesar de la flexibilización de las restricciones de los viajes, el embargo de EEUU sólo puede levantarlo el Congreso y los ciudadanos estadounidenses aún tienen prohibido hacer visitas como turistas, aunque la prohibición es cada vez menos concreta, ya que los viajes de negocios, culturales, educacionales y familiares sí están permitidos.
“Es un paso positivo y una contribución concreta al proceso de mejora de la relación entre los dos países”, dijo Eduardo Rodríguez, el viceministro de Transporte de Cuba.
American Airlines, Frontier, Silver Airways, Southwest y Sun Country también están autorizadas para programar sus vuelos pronto, partiendo en cinco ciudades de EEUU, entre ellas Minneapolis y Chicago, a ocho destinos en Cuba.