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Un campamento de entrenamiento para los multimillonarios que quieren conservar su riqueza

La riqueza concentrada en manos del 0,1% viene aumentando por décadas, por lo que temen que se acerque un “punto de inflexión”.

Por: Laura Noonan | Publicado: Lunes 6 de julio de 2015 a las 04:00 hrs.
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Es una mañana nublada, y alrededor de 20 hombres y mujeres vestidos casualmente están de pie en una terraza disfrutando de un descanso de sus seminarios. El Lago Constance resplandece frente a ellos, rodeado del inmaculado campo suizo.

El panorama es impresionante, pero los delegados probablemente están acostumbrados a vistas mejores. El grupo está compuesto principalmente de multimillonarios, reunidos en este campamento de entrenamiento de UBS en Wolfsberg con la esperanza de obtener conocimientos sobre un tema que unifica a sus diez nacionalidades: cómo traspasar su riqueza a la siguiente generación sin disputas familiares y sin tomar decisiones económicas insensatas.

Aquí ellos son despojados de algunos de los “adornos” de los súper ricos. No se les permite tener empleados. Todos alojan en el mismo tipo de habitación para “crear una comunidad”, así es que no hay suites, sólo las habitaciones regulares con camas grandes, dos sillas cómodas, elegantes baños en suite y arte local.

La división de gestión de patrimonio de UBS adopta el papel de asesor y educador durante este “campamento” de tres días, que el banco suizo utiliza para profundizar las relaciones con los clientes y atraer a otros nuevos a su banco privado, la división más importante del grupo.

El grupo suizo de servicios financieros busca oportunidades de negocio, ofreciendo algo que es más difícil de conseguir que los asesores particulares: la oportunidad de codearse con los demás huéspedes.

“Las familias con ideas afines de distintas zonas horarias… eso es lo que realmente valoran”, declaró Joe Stadler, director del negocio de patrimonios ultra altos de UBS.

Los asistentes a este “campamento” incluyen a una familia europea en su cuarta sucesión que busca mantener el negocio familiar. El padre le dice al grupo que está a favor de que un especialista administre la empresa, pero su esposa quiere que los asuntos queden en familia.

Al otro lado de la habitación, un padre asiático reflexiona sobre qué hacer con un hijo que no tiene interés en dirigir su empresa. Un padre egipcio se preocupa de cómo mantener a sus cuatro hijas involucradas en el negocio cuando, en Egipto, tradicionalmente las mujeres casadas están más cerca de las familias de sus maridos.

“Siento un enorme alivio de ver diferentes familias con experiencias similares”, dijo uno de los asistentes, que prefirió mantenerse anónimo, y añadió que el campamento le dio ideas que podría presentar a otros miembros de su familia.

UBS –que ha identificado a los “ultra ricos” como el grupo de mayor crecimiento potencial de su banca privada– gasta “una cantidad de un dígito bajo de millones de euros” organizando “campamentos” como éste cada año.

La buena disposición de los súper ricos a asistir a estos cursos puede considerarse como una manifestación más de las fuerzas que impulsan las ventas del libro de Thomas Piketty, El Capital en el Siglo XXI. Mientras las empobrecidas clases medias recurren a este exitoso libro para entender cómo y por qué perdieron terreno ante los ricos, los multimillonarios buscan asesoría personalizada sobre cómo mantener su creciente ventaja.

Stadler declaró que los ricos están particularmente preocupados por la preservación de sus fortunas en la actualidad porque la riqueza que está en manos del 0,1% más acaudalado ha estado aumentando durante décadas, por lo cual temen que un “punto de inflexión” esté por llegar.

Algunos de los otros temas tratados –como la rivalidad entre hermanos– son más atemporales. Otros son culturales. “En la cultura asiática, se manda a los hijos a lugares como Harvard, pero cuando vuelven, los padres pronto se dan cuenta de que no sólo están mejor educados, sino también están ‘infectados’ con una cultura diferente”, sostuvo Peter May, profesor honorario de WHU – Otto Beisheim School of Management, que presenta algunos de los seminarios.

En numerosos mercados emergentes, la tradición de que el hijo varón mayor sea el heredero es todavía prevalente. “Hay casos en que el hijo ha sido preparado... y luego el padre se da cuenta, después de seis o siete años, de que él no era la mejor opción”, dijo Stadler.

Laura Pancera, directora de desarrollo de patrimonio neto ultra-alto de UBS, indicó que los intercambios interculturales son particularmente útiles durante el curso.

Un asunto que UBS no desea discutir públicamente es el de los impuestos, un tema cada vez más delicado desde que los bancos suizos se vieron obligados a pagar multas por ayudar a sus clientes a evadir impuestos en EEUU. UBS pagó US$780 millones en un acuerdo extrajudicial en 2009 para evitar la persecución penal.

Stadler citó dos extremos para demostrar que no existe un camino único hacia el éxito: la compañía de inversión Haniel en Alemania, que se remonta a 1756 y a cuyos más de 680 accionistas familiares no se les permite participar para nada en la gestión de la compañía; y la familia detrás de Hermès –la empresa francesa fabricante de bienes de lujo–, que tiene un enfoque basado en una mayor participación familiar. “Ambas son exitosas”, afirmó.

Con una duración de tres días, el “programa de transición familiar” de UBS no alega poder convertir en futuros directores ejecutivos a los sucesores que estén lejos de ser idóneos o que son renuentes. Ni tampoco ofrece el tipo de entretenimiento al cual algunos de los asistentes pudieran estar acostumbrados.

“Yo no apoyo llevar a los jóvenes a una discoteca”, acotó Pancera. “En el pasado hicimos mucho de eso y lo que sucedió fue que a la mañana siguiente no aparecieron más”.

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