Cuando Donald Trump dio un discurso en Texas el martes sobre la ayuda que se debe ofrecer a los niños latinos y afroamericanos, dejó a un lado la retórica divisiva que sus críticos han descrito como un discurso racista.
"Yo quiero que todos los padres afroamericanos en este país, y que todos los padres en el país puedan criar a sus hijos en condiciones de seguridad", anunció Trump a sus seguidores en Austin. "Yo quiero asegurar que cada niño afroamericano en este país, y todos los niños en este país, tengan la oportunidad de alcanzar el éxito en EEUU".
Su nueva retórica indica un cambio que suscita preguntas sobre quién tiene influencia sobre el candidato en este momento. Cuando Trump contrató a Steve Bannon, el director abrasivo del sitio web antisistema, Breitbart News, la semana pasada, se vio como evidencia de que él continuaría utilizando el lenguaje duro que ha caracterizado su campaña, en lugar de intentar ser un poco más "presidencial".
Pero desde que realizó cambios en su equipo, ha suavizado su retórica, ha mostrado sorprendente arrepentimiento sobre comentarios que había hecho y ha suavizado algunas de sus políticas, lo cual sugiere la influencia de Kellyanne Conway, la encuestadora que fue promovida a directora de campaña cuando Bannon fue nombrado director ejecutivo. Los cambios sugieren que Conway ya ha tenido más éxito domando al candidato que su predecesor Paul Manafort, un veterano operador republicano quien renunció como director después de la reorganización.
"La ironía es que contrató a asesores ferozmente antisistema -especialmente a Bannon- pero desde que llegó Bannon, el mensaje de Trump se ha vuelto más moderado y suave", dijo David Gergen, un experto en política en el Kennedy School of Government.
Trump ha intentado ser más moderado en el pasado, respondiendo a la presión de su familia y de Manafort, pero siempre ha vuelto a su estilo abrasivo. Por ejemplo, perdió la ventaja que tenía en las encuestas después de la convención republicana, en gran parte debido a sus comentarios denigrantes sobre los padres musulmanes de un soldado estadounidense que murió en Irak.
Frente a varios miles de seguidores en Austin -de los cuales sólo habían unos cuantos afroamericanos- acusó a los demócratas de empeorar las vidas de los afroamericanos, aseverando que habían padecido de mayor pobreza en los últimos ocho años.
"A aquellos que sufren, sólo tengo una cosa que decirles: ¿qué pierden con probar a Trump?", anunció en un estadio repleto de seguidores donde un manifestante de raza negra había sido expulsado por interrumpir su descripción de los problemas de la comunidad afroamericana. "Le digo esto a la comunidad afroamericana: denle una oportunidad a Donald Trump".
El candidato fue presentado por dos afroamericanos, incluyendo a Mark Burns, un pastor evangélico, que dijo que el partido demócrata era un "cáncer" para los afroamericanos. "Donald Trump no es racista. El partido demócrata... son los racistas".
El esfuerzo por alcanzar a los hispanos y afroamericanos ha surgido conforme Trump intenta sobrepasar un déficit en las encuestas que lo coloca 6 puntos detrás de Clinton. Un mayor porcentaje de votantes afroamericanos votó en 2012 comparado con votantes blancos y 93% de esos votantes eligieron a Obama, mientras que los hispanos son el sector de mayor crecimiento del electorado en EEUU.
Whit Ayres, un encuestador republicano, dijo que Trump se había dado cuenta que nadie puede ganar una elección presidencial en 2016 con sólo el apoyo de votantes blancos. Pero Ayres aseguró que Trump se había "pasado quince meses denigrando a casi todas las minorías étnicas en EEUU, así que un discurso de vez en cuando no va a alterar el punto de vista de esos votantes".
En esta semana, Trump ha provocado especulación acerca de la posible moderación de su postura con respecto a la inmigración ilegal, el tema característico de su campaña. Él le mencionó a Fox News que tal vez "suavizaría" su enfoque acerca de los inmigrantes indocumentados que respetaban las leyes del país, aseverando que "no queremos hace sufrir a la gente".
Pero su campaña creó confusión al posponer el discurso programado para el jueves en el que el candidato iba a delinear su nuevo enfoque más suave. Ben Shapiro, ex editor de Breitbart, opinó que esa movida tal vez haya sido planificada por Bannon quien promovió artículos sobre inmigración en Breitbart que muchos críticos alegan eran un intento por complacer a defensores de la supremacía de la raza blanca en EEUU.
Trump vilificó a Clinton en Austin con respecto a las últimas revelaciones sobre su escándalo de los correos electrónicos y el creciente escrutinio de su relación con la fundación caritativa de su esposo cuando ejercía el cargo de Secretaria de Estado. Pero esta semana él ha evitado criticar a su propio partido, lo cual muchos señalan como otro ejemplo de la influencia de Conway.
Gergen dijo que la campaña de Trump ha comenzado a tomar mejores decisiones, incluso la de visitar Luisiana para evaluar el daño causado por las inundaciones mientras que Obama estaba de vacaciones. Pero añadió que el hecho de que Trump estaba dando discursos en Texas y Mississippi -estados firmemente republicanos- demuestra que "aún está luchando" para encontrar una estrategia coherente para ganar las elecciones.
"Aunque Hillary tiene la ventaja en los estados clave, aún no ha podido deshacerse de él. Sigue estando cerca", dijo Gergen. "Él se ha convertido en el Rasputín de la política estadounidense".