Sara Horowitz está muy solicitada. La fundadora del Freelancers Union (sindicato de trabajadores independientes), el cual cuenta con 250.000 contratistas independientes, está sorprendida por la atención recibida por parte de los políticos y grupos de expertos. "En los últimos nueve meses todas las fundaciones han estado conversando acerca de un 'futuro del trabajo'", comenta ella.
La causa ha sido el crecimiento de la "economía de trabajadores independientes", dice ella. Empresas como TaskRabbit o Fiverr, que encuentran trabajadores independientes para tareas como mudanzas caseras o producción de videos, han cristalizado la conversación. "Muchos sienten una legítima ansiedad cuando ven la carrera hacia el fondo (en términos de salarios y condiciones) en estos sitios para trabajadores independientes."
Horowitz, de 52 años de edad, creció en Brooklyn, en donde todavía reside, en un hogar donde se discutían los derechos de los trabajadores durante la cena. Su abuelo era vicepresidente del International Ladies' Garment Workers' Union, y su padre un abogado del sindicato. Más tarde, como abogada, ella se convirtió en una contratista independiente y esto la llevó a realmente darse cuenta de la precariedad del trabajo, así como de las oportunidades que representa el trabajar independientemente. También la convenció de la necesidad de crear una nueva forma de sindicalismo.
Según un informe publicado el año pasado, comisionado por el sindicato y Elance-oDesk, un sitio para los trabajadores independientes, hay 53 millones de trabajadores independientes en EEUU. Esto representa el 40 por ciento de la fuerza laboral del país. También incluye 14.3 millones de pluriempleados (personas empleadas que realizan trabajo independiente en su tiempo libre). Alrededor de una décima parte de esta población independiente es personal temporal, el cual trabaja para un empleador bajo contrato. Las comparaciones históricas son difíciles debido a que la recopilación de datos sobre los trabajadores independientes ha sido esporádica. Sin embargo, el informe indica que los "millennials" – nacidos en la década de 1980 a la vuelta del siglo – están más dispuestos a ser trabajadores independientes que los integrantes de generaciones de mayor edad: el 38 por ciento de milenarios en comparación con el 32 por ciento de los mayores de 35 años.
Los hombres pueden encontrar el ajuste al estilo de vida como trabajador independiente particularmente duro. "Cuando se han pasado 30 años en un trabajo a tiempo completo es muy difícil adaptarse", dice Horowitz. La autonomía, sin embargo, puede ser liberadora. "Es una vida más multifacética".
El trabajo independiente representa la "nueva realidad", declara ella. "Está aquí para quedarse". Los retos son el ajustarse al trabajo episódico y el organizar la fuerza laboral.
En 1995, Horowitz creó Working Today, una organización sin fines de lucro financiada por la Ford Foundation y la Robert Wood Johnson Foundation. Su propósito es ayudar a moldear las leyes laborales y llevar a cabo cambios en el mercado laboral. Esta organización se convirtió en el Freelancers Union en 2003.
¿Cómo puede un limpiador independiente encontrar un interés común con un diseñador de sitios web? "Se trata de darse cuenta de que todos estamos enfrentando esta nueva economía y debemos encontrar una forma de trabajar juntos".
Uno de los mayores problemas para los trabajadores independientes es el pago: los contratistas independientes compiten entre sí o incluso ofrecen trabajar gratuitamente a cambio de beneficios intangibles tales como un "perfil".
"En realidad se trata de crear un entorno en el cual todo trabajo es valorado", dice Horowitz. "Los trabajadores independientes exitosos conocen su valor y permanecen fieles a él". Esto puede ser difícil, por supuesto, si usted es un neoyorquino compitiendo contra un desarrollador de software en Bangalore.
El Freelancers Union tiene limitaciones cuando se trata de ayudar en asuntos relacionados con los ingresos de sus miembros. No es un sindicato en el sentido tradicional. Los miembros no pagan cuotas y el Freelancers Union no negocia contratos con los empleadores ni interviene cuando un profesional independiente tiene una queja específica.
El sindicato se formó debido a que los trabajadores independientes querían tener acceso a un seguro de salud asequible y de primera calidad. La Portable Benefits Network, la cual ayudó a los trabajadores independientes de Nueva York a obtener un seguro con precios de grupo, se convirtió en la Freelancers Insurance Company, la cual ofrece cobertura a 25,000 neoyorquinos. El modelo se convirtió en la base para la creación de tres cooperativas independientes de asistencia médica sin fines de lucro, las cuales recibieron $340 millones de Obamacare.
Los sindicatos han tardado en adaptarse a esta fuerza de trabajo, dice ella. Este hecho es admitido por Philip Jennings, secretario general del sindicato global UNI, el cual cubre a 20 millones de trabajadores en el campo de los servicios a nivel mundial. "Los sindicatos se están dando cuenta de que la población laboral está cambiando. Pero estamos en el negocio de la supervivencia".
El Freelancers Union es un modelo de la nueva economía, declara Horowitz. Hay un personal permanente de hasta 35 empleados y una red de profesionales independientes y socios que trabajan sobre una base contractual para el sindicato.
La mayor frustración, comenta, es la lentitud de quienes están fuera del mundo de los negocios en adoptar los cambios en la fuerza laboral. "El grupo que está adaptándose a este modelo más rápidamente es el de las empresas respaldadas por inversionistas en Silicon Valley, las cuales consideran a los trabajadores independientes como un mercado. El sector social y el gobierno han sido mucho más lentos".
Es engañoso considerar la innovación tecnológica como el resultado de brillantes empresarios. "Si nos fijamos en el caso de India, la razón por la cual sobresale en el campo de la tecnología de información es la inversión en la educación. El surgimiento de Silicon Valley no hubiera sido posible sin la inversión en las universidades. Ya no estamos haciendo estas inversiones. Todo es a corto plazo. El papel del sindicato es plantear esas conversaciones".
La política cambiará, según Horowitz. "Ya no se trata de un asunto de izquierda o derecha. Es un asunto de todos.