Los productores estadounidenses de petróleo de esquisto están cada vez más preocupados por la disparidad existente entre el precio doméstico del crudo y el precio del crudo comercializado internacionalmente, la cual dicen está exacerbando los problemas que enfrentan.
La diferencia entre el West Texas Intermediate (WTI) y el Brent comercializado internacionalmente se ha ampliado considerablemente desde enero, y era de aproximadamente 9 dólares el viernes, lo que representa una depreciación de alrededor del 16 por ciento para el crudo estadounidense.
Los productores que hacen campaña contra las restricciones estadounidenses sobre las exportaciones de crudo dicen que las regulaciones son parcialmente responsables por esa disparidad.
Ryan Lance, director ejecutivo de ConocoPhillips, la mayor compañía estadounidense de exploración y producción, dijo en una audiencia ante la comisión de energía del Senado de EEUU la semana pasada que la depreciación del petróleo estadounidense magnificó el impacto de la caída de los precios del crudo desde el verano pasado.
"Estamos en una desventaja competitiva", dijo. "Nuestros competidores extranjeros (...) están produciendo el crudo en todo el mundo a precios más altos que los que estamos recibiendo por un producto que es de similar calidad".
Lance dijo que la mayor parte de la producción estadounidense de petróleo de esquisto sería poco rentable a un precio de $40 por barril. El WTI terminó el viernes en aproximadamente $46 por barril.
Otras compañías han planteado preocupaciones similares. A principios de este mes, Scott Sheffield, director ejecutivo de Pioneer Natural Resources, otro gran productor de petróleo de esquisto, le dijo a la comisión de energía de la Cámara de Representantes que las compañías estadounidenses estaban en desventaja en comparación con los productores extranjeros porque no tenían acceso a los precios mundiales.
Añadió: "Si continúan las tendencias actuales y no se levanta la prohibición de exportación, la producción de petróleo de esquisto se estancará o disminuirá desproporcionadamente su volumen en comparación con nuestros competidores extranjeros".
Los productores han expresado preocupaciones por la acumulación, más rápida de lo normal, de crudo en los inventarios estadounidenses. Los tanques de almacenamiento se han estado llenando a razón de aproximadamente 1.2 millones de barriles por día en las últimas cuatro semanas, y los inventarios de crudo están ahora a su máximo relativo a la demanda de las refinerías desde mediados de la década de 1980.
La producción estadounidense de crudo hasta ahora ha seguido creciendo a pesar de la caída de la actividad: el número de plataformas de extracción de petróleo operando en EEUU ha disminuido un 49 por ciento desde octubre, según Baker Hughes, la compañía de servicios petroleros. Los datos semanales de la Administración de Información de Energía de EEUU muestran que este mes la producción de crudo se ha elevado a 9.42 millones de barriles por día.
Las exportaciones estadounidenses de crudo han ido en aumento, y han alcanzado un récord de 442,000 barriles por día en diciembre, que en su gran mayoría van a Canadá, pero aún representan menos del 5 por ciento de la producción.
Varios analistas han argumentado que la liberalización de las exportaciones de crudo ayudaría a los productores estadounidenses.
IHS, una compañía de investigación, publicó la semana pasada un estudio respaldado por compañías líderes que sostienen que la liberalización aumentaría la inversión y el empleo en el sector de la producción estadounidense de petróleo y los servicios relacionados.
Daniel Yergin, vicepresidente de IHS, dijo que había más desarrollos estadounidenses de petróleo de esquisto al margen de ser económicamente viables como resultado de la caída de más del 50 por ciento de los precios del crudo desde el verano pasado.
"Al nivel actual de los precios, la prohibición de exportación es un problema aún más urgente", dijo Yergin.
Robin West del Center for Strategic and International Studies dijo que las regulaciones estaban "ayudando a la OPEP a sofocar la producción estadounidense, lo cual es malo para nuestra economía y para nuestra seguridad energética".
Sin embargo, las refinerías estadounidenses, las cuales se benefician de los precios más bajos del crudo, han protestado contra la liberación.
American Fuel and Petrochemical Manufacturers (AFPM), una asociación que representa a las refinerías, dijo que deberían relajarse los controles de exportación sólo como parte de una medida más amplia para liberar el transporte de petróleo.
Charles Drevna, presidente de AFPM, dijo: "Me gustaría estar en la reunión en la que un funcionario electo pueda decir que han votado por algo que haga menos costoso para los extranjeros comprar crudo estadounidense que para los propios estadounidenses".
Agregó que recientemente, en enero, el crudo WTI brevemente se había cotizado por encima del precio del Brent.
"No basemos la política en un sólo instante del tiempo", dijo.