El primer ministro Matteo Renzi, está considerando medidas de estímulo frescas para impulsar la lenta recuperación económica de Italia, mientras intenta reforzar sus posibilidades de ganar el crucial referendo de noviembre sobre la reforma constitucional.
Desde que Renzi llegó al poder en 2014, ha buscado un mayor margen de maniobra presupuestaria de la Unión Europea (UE) para consolidar la economía y ayudar a sus perspectivas políticas, a menudo provocando tensiones dentro del bloque.
Renzi, ex alcalde de Florencia, y sus colaboradores están evaluando incluir el alza de las pensiones y fondos extra para personas de bajos recursos en el presupuesto de otoño, así como adelantar para el próximo año una propuesta de recorte de los impuestos, originalmente planeada para 2018.
El premier delineó algunas de estas medidas al norte del país la semana pasada, mientras que otras fueron propuestas a principios de año.
Sin embargo, la recuperación de Italia desde una triple recesión se ha debilitado este año, lo que estrecha las opciones de alivio de gastos e impuestos del primer ministro bajo las normas de presupuesto de la UE.
“El panorama mundial ha cambiado, el cuadro macroeconómico ha empeorado y esto nos dificulta poder alcanzar nuestras metas fiscales”, dijo un alto funcionario italiano la semana pasada.“Pero queremos –en la mayor medida posible– darle apoyo a la economía y no perjudicar el crecimiento”, dijo la autoridad insistiendo que nada se ha decidido.
Futuro político
Roma tiene previsto publicar su presupuesto a mediados de octubre y el mes siguiente los italianos votarán en un referendo sobre reformas constitucionales, en el que Renzi se ha jugado su futuro político al amenazar que renunciará al cargo si pierde.
“Renzi necesita un presupuesto que pueda vender a los ciudadanos, un presupuesto expansivo”, dijo Francesco Giavazzi, economista en la Universidad Bocconi en Milan. “Con Bruselas el jugará, lo más posible, la carta de ‘si ustedes no me ayudan, toman el riesgo de que otra persona tome mi puesto’”, estimó.
Si Renzi pierde la consulta, probablemente será reemplazado por un primer ministro provisional, antes de las elecciones nacionales que pudieran llevar a un gobierno controlado por el populista Movimiento Cinco Estrellas, que ha propuesto un referendo sobre la membresía de la eurozona.
Propuestas
Renzi ofreció dos ideas para nuevos gastos. Una fue destinar 500 millones de euros de los ahorros que él pronostica que la reforma constitucional va a crear a “la lucha contra la pobreza”. Si el referendo es exitoso, el senado perderá gran parte de su poder legislativo y el número de legisladores disminuirá.
Su otra propuesta fue incrementar las pensiones para los jubilados de bajos ingresos.
“Está claro que necesitamos encontrar recursos adicionales para las pensiones”, dijo Renzi. “Este es un asunto en el que tenemos que trabajar, porque en el pasado las hemos recortado en exceso”.
En mayo, propuso la posibilidad de bajar los impuestos en 2017 en vez de hacerlo en 2018, sumado a un recorte del impuesto a las propiedades este año y a las corporaciones el próximo. Pier Carlo Padoan, ministro de Finanzas, ha sido escéptico sobre el adelanto de la medida debido a “limitaciones presupuestarias”.
Renzi sin duda tiene poco espacio para maniobras. En abril, se pronosticó que la economía crecerá 1,2% este y el próximo año. Italia anunció que estaba en vías de recortar su ratio de déficit de crecimiento desde un 2,3% en 2016 a 1,8% en 2017, y reducir su alta deuda del PIB por primera vez en ocho años.