El prestigioso fútbol inglés ha sido desde hace tiempo un pozo sin fondo para el dinero. En la última década, los 20 clubes de la Premier League han acumulado 2.600 millones de libras esterlinas (US$ 3.855 millones) en pérdidas, con las ganancias de los lucrativos derechos de televisión siendo gastadas en salarios cada vez mayores para los jugadores.
La temporada pasada marcó el inicio de un cambio de rumbo. Hace dos semanas, Deloitte publicó cifras que muestran que los clubes lograron una ganancia colectiva antes de impuestos por primera vez en quince años. El beneficio de 190 millones de libras en 2013-14 casi cuadruplicó el récord previo de 40 millones de libras en 1997-98.
Los datos, recopilados de las declaraciones financieras de los clubes, mostraron que el crecimiento de los salarios se había desacelerado luego de la introducción de reglas diseñadas para frenar el gasto de dueños multimillonarios.
Los sueldos subieron sólo 6% a 1.900 millones de libras, aunque la temporada incluyó ingresos del primer año del lucrativo acuerdo televisivo de 3 mil millones de libras firmado en 2012. Los costos salariales como proporción del ingreso cayeron hasta su mínimo desde 1998-99.
Según Dan Jones, socio del grupo de negocio deportivo de Deloitte, el cambio "transformacional" se debió a nuevas reglas financieras justas, que exigen que los clubes cubran las pérdidas.
En febrero, BT y BSkyB gastaron más de 5 mil millones de libras en los derechos para transmitir la Premier League entre 2016 y 2019. Ahora parece que más de ese dinero se irá al balance de los clubes y menos a los salarios.