Por H. Carnegy y A. Barker
París / Bruselas
Francia y Alemania se han comprometido a alcanzar un acuerdo respecto de un impuesto europeo sobre las transacciones financieras a finales de mayo, en un intento de dar un impulso a los esfuerzos para encontrar acuerdo sobre el tema.
Pero los dos gobiernos aún tienen que superar las divisiones sobre cómo se aplicaría el llamado impuesto “Robin Hood” en los once estados de la Unión Europea que se han inscrito para aplicarlo.
François Hollande, el presidente francés, dijo después de una reunión del gobierno franco-alemán en París que tratar de encontrar la fórmula perfecta para un ITF sólo ayudaría a los que querían neutralizarlo.
“Prefiero un impuesto imperfecto a ningún impuesto en absoluto”, aseguró en una conferencia de prensa con Angela Merkel, la canciller alemana.
Por su parte, Merkel dijo que establecer un objetivo para un acuerdo sobre propuestas concretas antes de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo podría ser decisivo.
“Si las cosas se mueven, algunos países pueden perder su reticencia“, advirtió la canciller.
La iniciativa de los dirigentes llegó en el momento en que los jefes de los sindicatos patronales en nueve de los once estados, entre ellos Francia y Alemania, escribieron a los altos funcionarios de la UE expresando su “firme oposición” a la ITF.
“Esto no hará sino reforzar la incertidumbre de los inversionistas y reducir el atractivo de la zona euro, mucho más allá del sector financiero”, escribieron a José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo.
Mientras que la mayoría de los países que respaldan la ITF, en principio, tienen profundas reservas sobre este en su forma más ambiciosa, los funcionarios han tenido problemas para ponerse de acuerdo sobre cómo será una versión reducida.