Uno de cada diez trabajadores en la zona euro se mantendrá desempleado incluso después de que los efectos del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo se hayan filtrado a la economía, según las proyecciones del organismo, lo que destaca las profundas cicatrices provocadas por las crisis financiera y de deuda del bloque.
Mario Draghi, presidente del BCE, aseguró ayer ante el Parlamento Europeo que "el crecimiento está ganando impulso" en la zona euro.
"La flexibilización de las condiciones crediticias está avanzando mano a mano con una renaciente demanda por préstamos para financiar la inversión empresarial", afirmó Draghi. "En la perspectiva a largo plazo, esto aumentará la producción potencial".
Pero existen preguntas sobre cuánto beneficiará la recuperación a aquellos más afectados por los años de recesión y casi estancamiento. El desempleo en el área se mantiene en 11,2%. Los últimos pronósticos del BCE sugieren que la crisis ha sido tan severa que la tasa de desempleo se mantendrá cerca de las cifras de dos dígitos incluso después de que el programa de alivio cuantitativo por 1,1 billón (millón de millones) de euros sea completamente implementado.
"La conclusión es que es extremadamente decepcionante que las autoridades de la zona euro continúen tolerando un nivel de desempleo inaceptablemente alto y peligroso", acotó Jonathan Portes, director del Instituto Nacional para Investigación Económica y Social del Reino Unido.