Por J. Croft y P. Stafford
Navinder Singh Sarao, el operador financiero británico acusado de contribuir al llamado “flash crash” del mercado de valores en 2010, perdió su batalla en la corte y será extraditado a Estados Unidos.
Un juez dictaminó que Sarao, de 37 años, debe ser enviado a la nación norteamericana para que sea juzgado por 22 cargos que van desde fraude electrónico hasta manipulación de materias primas en los mercados de futuros durante un período de cuatro años. Los delitos conllevan penas máximas por un total de 380 años.
Los fiscales estadounidenses afirman que el agente financiero estaba fuertemente involucrado en un tipo de manipulación del mercado conocido como “spoofing”, que jugó un papel en uno de los movimientos más espectaculares jamás vistos en los mercados de valores de Estados Unidos.
Spoofing, en términos de seguridad de redes, hace referencia al uso de técnicas a través de las cuales un atacante, generalmente con usos maliciosos o de investigación, se hace pasar por una entidad distinta a través de la falsificación de los datos en una comunicación.
El Departamento de Justicia dijo que las actividades de Sarao “contribuyeron al desequilibrio del mercado ese día”. Se le acusa de haber obtenido una ganancia de US$ 900.000 ese día y
US$ 40 millones en cuatro años, a través del empleo de tácticas similares. Por ello, los fiscales han congelado 30 millones de libras de sus activos y quieren que sea juzgado en EEUU.
Sin embargo, algunos académicos han cuestionado si un hombre en un dormitorio de la casa de sus padres en el oeste de Londres pudo influenciar en una caída financiera de esa magnitud.
Sarao apareció cabizbajo ante la Corte de Magistrados de Westminster hasta que el fallo fue emitido ayer. Su abogado, Richard Egan, aseguró que su defendido tenía pensado apelar a la decisión ante la Corte Suprema y que estaba “muy decepcionado”. La corte de magistrados de Westminster sólo tenía poder de decisión en el proceso de extradición.