Alemania debería contar con 15.000 policías más a 2020, abolir la doble nacionalidad y prohibir el uso de las burkas.
Estas son sólo algunas de las medidas propuestas por los ministros regionales del Interior del partido oficialista de la canciller Angela Merkel, CDU, en respuesta a los dos ataques terroristas del mes pasado que despertaron una profunda preocupación sobre la vulnerabilidad de Alemania a la violencia islamista.
El Ministerio del Interior dijo que las medidas aún estaban en fase de discusión, ad portas de un encuentro de los ministros del Interior del CDU en Berlín la próxima semana.
Es probable que pocas de ellas se conviertan en ley, no obstante. El gobierno de Merkel se opone a prohibir las burkas y abolir la doble nacionalidad. Y las propuestas probablemente generarán resistencia en el Bundesrat, la cámara alta del parlamento, donde las regiones gobernadas por la izquierda de la centrista Social Democracia y los Verdes están representadas.
Pero las propuestas sí subrayan la alarma que se disemina por Alemania, mientras digiere las implicancias de los primeros ataques a manos de inmigrantes recientes y el primero reconocido por el grupo terrorista Isis.
La ola de violencia comenzó el 18 de julio, cuando un adolescente de Afganistán armado con un hacha desató su furia cerca del pueblo de Würzburg en Bavaria, hiriendo a cinco personas antes de que la policía le diera muerte. Seis días más tarde, un sirio de 27 años se suicidó utilizando explosivos fuera de un bar en Ansbach, hiriendo a quince personas. Ese fue el primer atentado suicida islamista en Alemania.
Hoy, Thomas de Miazière, el ministro del Interior federal, presentará un paquete de medidas para mejorar la seguridad. Los reportes de los medios han dicho que estas iniciativas incluirían medidas para acelerar el proceso de deportación de criminales extranjeros y cambiar las reglas de confidencialidad entre doctores y pacientes para facilitar que los profesionales médicos informen a las autoridades si sus pacientes planean cometer ataques.
Su plan también prevé un incremento importante en la vigilancia por video en espacios públicos, buses, vías de trenes y metros y le daría a los organismos locales de inteligencia más poder para retener datos como registros de llamadas y tráfico de internet.
El ministerio se negó a comentar
De las propuestas, los ministros regionales describieron la doble nacionalidad como un “obstáculo importante a la integración”.
“Rechazamos esta lealtad dividida”, dijeron los ministros, según reportes en medios. “Aconsejaríamos a cualquiera comprometido con las políticas de un gobierno extranjero que saliera de Alemania”.
La propuesta viene entre la creciente preocupación en círculos conservadores sobre los 3,5 millones de turcos, muchos de los cuales tienen nacionalidad en Alemania y Turquía. Las autoridades observaron con malestar las protestas masivas en apoyo al partido oficialista de Turquía, Justicia y Desarrollo, tras el intento de golpe el 15 de julio.
Los ministros quieren que los ciudadanos de doble nacionalidad que luchan por un grupo terrorista pierdan su nacionalidad alemana.
Pero la idea ha recibido críticas de políticos de izquierda. Sigmar Gabriel, vicecanciller y líder del SPD, compañero de coalición de Merkel, dijo que “sería completamente la señal equivocada”.
Dijo al diario Berliner Zeitung que cualquiera que pusiera a todo los turco-alemanes bajo sospecha estaba siguiendo el juego de Recep Tayyup Erdogan, el presidente de Turquía, y su eslogan “quien no está conmigo está contra mí”.