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Jan Koum y Brian Acton, creadores de WhatsApp: los chicos atípicos de Silicon Valley

Ambos tenían sobre 30 años cuando lanzaron la aplicación. Odian la publicidad que financia a la mayoría de los negocios de tecnología, a la que no recurrieron para atraer a 450 millones de usuarios.

Por: Por Tim Bradshaw
, San Francisco
 | Publicado: Viernes 21 de febrero de 2014 a las 05:00 hrs.
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La venta de WhatsApp a Facebook el miércoles podría sonar como una clásica historia de éxito de Silicon Valley. Sin embargo, Jan Koum y Brian Acton, quienes crearon la aplicación hace cinco años, no son los típicos fundadores de Silicon Valley.

Ambos tenían sobre 30 años cuando lanzaron la aplicación de mensajería en 2009. Odian la publicidad que financia a la mayoría de los negocios de tecnología de consumo y casi no gastaron en marketing para atraer a sus 450 millones de usuarios mensuales.

Cobraban por el servicio en vez de ofrecerlo gratis y le añadieron un plan de negocios sólo después de atraer a millones de usuarios. Y cuando WhatsApp recaudó una nueva ronda de financiamiento de US$ 50 millones el año pasado, lo mantuvieron en secreto en vez de gritarlo al mundo.

“Ellos son inconformistas, disidentes”, comentó Jim Goetz, socio de Sequoia Capital, que financió a WhatsApp y fue su único miembro externo del directorio. “Se alejaron de la publicidad y tomaron un enfoque muy deliberado”.

En este invernadero tecnológico, publicitar una start-up en la prensa, apurarse para ser comprado por Yahoo o Google y predicar “sabiduría” empresarial, son hábitos para muchos aspirantes a ser Mark Zuckerberg. Pero no para Koum, el director ejecutivo de WhatsApp, quien no contuvo sus comentarios al respecto en una serie de tweets durante 2012.

“Las personas que comienzan compañías para una venta rápida son una desgracia para Valley”, escribió. “Si diriges una start-up y tu meta es llegar a techcrunch (el blog sobre tecnología), lo estás haciendo mal… la próxima persona que me llame un emprendedor recibirá un puñetazo en la cara de parte de mi guardia. En serio”.

Muchos de sus pares en Silicon Valley no estaban siquiera conscientes de que el mundo de vanguardia de las aplicaciones de mensajería –que es el doble de grande que Twitter en número de usuarios y mucho mayor que Snapchat– estaba basado en una oficina sin marcas calle abajo en Mountain View.

El acuerdo de Facebook con certeza cambió eso. La revista Forbes estima que Koum recaudó cerca de US$ 6.800 millones de ese acuerdo.

El sueño americano


La suya es una historia “de mendigo a millonario”. Koum llegó a Mountain View a los 16 años cuando él y su madre emigraron de la entonces Ucrania comunista. Aprendiendo habilidades técnicas de libros de segunda mano, viviendo de cupones para alimentos y lejos de casa, anhelaba una manera barata y fácil de mantenerse en contacto con su familia en Europa oriental, incluyendo su padre, quien falleció antes de que pudiera viajar a EEUU.

También desarrolló su disgusto por la publicidad en Ucrania, lo que quedó encarnado en una nota escrita a mano de Acton pegada en su escritorio que dice: “¡Sin avisos! ¡Sin juegos! ¡Sin trucos!”.

La policía secreta ucraniana “le hizo apreciar la comunicación que no era interceptada”, señaló ayer Sequoia en un blog. WhatsApp no recolecta ningún dato personal o demográfico que Facebook, Google y sus rivales usan para publicidad.

Pero a pesar de sus dificultades políticas y económicas, Koum recuerda su niñez como “idealista”. “La alegría de crecer en un estilo de vida ordenado fue bueno”, señaló en una entrevista el mes pasado durante la conferencia DLD en Alemania.

“Te puedes enfocar en cosas como la educación, la que es muy valiosa. Al trasladarse a otro país se puede ver la diferencia, había mucho desorden. Se ve ese desorden viniendo a través del ruido publicitario. Queríamos asegurarnos que éramos una excepción a eso”.

Su colega y mentor, Brian Acton, también desalentó los avisos por su experiencia trabajando en Yahoo, donde ambos se conocieron.

“En Internet hay mucha moda pasajera”, indicó a FT en la primera entrevista de WhatsApp a un diario en 2011. ”Lo que tratamos de construir es una sustentabilidad persistente a largo plazo”.

Rechazado por los grandes


De vuelta a 2009, cuando los medios sociales eran una tendencia fuerte en Silicon Valley, Acton fue rechazado para empleos en Facebook y Twitter.

“Está bien. Habría sido un largo viaje al trabajo”, escribió sobre el rechazo de Twitter, sin saber que Facebook lo haría multimillonario sólo cinco años después. (Quizás, sus entrevistas habrían sido mejores si no se hubiera quejado sobre Twitter de que “mucha gente está tweeteando demasiado” y que había “demasiadas aplicaciones sociales”).

Acton aseguró un financiamiento semilla para la idea de Koum de una aplicación de mensajería ultra simple para la recién inaugurada App Store de Apple. Ahora, más de 30 de los cerca de 50 trabajadores de WhatsApp son ingenieros como sus fundadores -un ratio inusualmente alto de un equipo inusualmente pequeño- y ambos se enorgullecenmás de entregar un servicio rápido y confiable en vez del diseño acicalado parecido al de Apple.

“La simplicidad y la utilidad de nuestro producto es realmente lo que nos impulsa”, dijo Koum en DLD, bromeando sobre que WhatsApp “claramente no estaba haciendo bien su trabajo” porque no habían alcanzado su meta de estar en cada teléfono inteligente del mundo.

Ahora que se une al directorio de Facebook, Koum claramente comparte la ambición de Zuckerberg de conectar a miles de millones de personas a través de la tecnología.

Pero después de prometer que WhatsApp se mantendrá libre de publicidad bajo su nueva propiedad, este multimillonario, que ahora maneja un Porsche, podría hacer bien en recordar la letra de la canción de Kanye West que escribió en Twitter en 2012: “crees que eres libre pero eres esclavo del financiamiento, baby”.

Financial Times

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