Fitch Ratings rebaja perspectiva de Japón a negativa
Es la primera agencia calificadora en cambiar su opinión luego de que el primer ministro Shinzo Abe retrasara el aumento del impuesto a las ventas calendarizado para abril del próximo año.
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Fitch Ratings bajó ayer a negativa su perspectiva para el país más endeudado del mundo, diciendo que dudaba del compromiso de Japón para reparar las finanzas públicas.
Fitch es la primera agencia calificadora en cambiar su opinión luego de que el primer ministro Shinzo Abe retrasara el aumento del impuesto a las ventas calendarizado para abril del próximo año.
La medida de Fitch alimenta un debate sobre cómo interpretar el retraso. Algunos analistas dicen que Abe se ha rendido en su intento por equilibrar el presupuesto mientras otros argumentan que ayudará a Japón a escapar a la deflación y aumentar sus finanzas en el largo plazo.
“El cambio en la perspectiva refleja la baja confianza de Fitch en las autoridades japonesas”, dijo la agencia, que proyecta que la relación entre deuda pública y el Producto Interno Bruto aumentará uno o dos puntos cada año hasta 2024, en vez de llegar a un peak de 247% en 2020, como se proyectaba antes.
Abe retrasó el aumento del impuesto a las ventas de 8% a 10% hasta octubre de 2019, advirtiendo que aumentarlo podría impulsar una “recaída en la demanda doméstica” y un regreso a la deflación.
La calificación de crédito para Japón se mantiene en A, el sexto nivel más alto y más bajo que el de Malta, Estonia o China. Una perspectiva negativa indica que Fitch probablemente rebajará la calificación en uno o dos años.
Japón pone a prueba las metodologías de calificación. Por un lado, sus perspectivas de crecimiento son débiles y la deuda pública es cercana a 240% del PIB. Por otro, es una de las economías más ricas y productivas del mundo, la mayor parte de su deuda es doméstica y toda está en yenes, que podría imprimirse en Tokio si fuera necesario.
Moody’s, que califica a Japón un poco más alto que Fitch con A1, tiene una visión similar, pero no ha cambiado su proyección hasta ahora.
“La acción es negativa para el crédito, porque aumenta las dudas sobre la habilidad y voluntad del gobierno para llegar a sus metas de consolidación fiscal”, señaló Moody’s luego de que se anunciara la medida sobre el impuesto.
En cambio, Standard & Poor’s fue más positiva. “La postergación del aumento del impuesto aumenta los ingresos disponibles a los hogares para el próximo año y es positiva para el gasto y crecimiento en el corto plazo”, dijo Paul Gruenwald, economista para el Asia-Pacífico de la agencia.