Por Daniel Dombey, Ankara
Recep Tayyip Erdogan declaró una victoria de ayer en su batalla en una investigación por corrupción que se ha descrito como un intento de golpe a su gobierno.
Sin embargo, el primer ministro turco ha fracasado hasta ahora en evitar que filtraciones políticamente sensibles aparentemente procedentes de la investigación encabezadas por la justicia aparezcan en Internet.
“El golpe de Estado iniciado el 17 de diciembre ha colapsado totalmente y ha sido golpeado de vuelta”, dijo en una reunión bulliciosa de su partido AK en el parlamento, en referencia a la fecha en que comenzaron las redadas policiales con hombres de negocios e hijos de los ministros del gabinete.
Los comentarios de Erdogan destacan su éxito en reafirmar el control en su batalla con el movimiento de Fethullah Gülen, un predicador y ex aliado que tiene seguidores en todo las instituciones jurídicas de Turquía. A pesar de las negativas de Gülen, Erdogan retrata al clérigo como el principal motor detrás de la investigación, que el gobierno dice que tiene motivos políticos.
El traslado desde sus cargos de miles de policías y decenas de jueces y fiscales ha descarrilado la investigación, que se centró en figuras cercanas al gobierno, entre ellos el hijo de Erdogan, Bilal.
Al mismo tiempo, la presión ha hecho ceder en gran medida a la lira turca, que cayó a un mínimo de 2,39 liras por dólar durante la crisis, pero que se fortaleció a cerca de 2,18 liras ayer por la tarde.
Sin embargo, algunos analistas sostienen que Erdogan sigue siendo vulnerable a la fuga de material políticamente sensible, a pesar de su control más estrecho de las instituciones. “Por ahora, el mercado está ignorando completamente el ruido político, pero esperamos ver un cambio desagradable en la confianza en las próximas semanas medida que las revelaciones de corrupción y escuchas telefónicas van en aumento”, escribió Abbas Ameli - Renani de RBS. Atilla Yesilada de Globalsource consultores agregó que las acusaciones eran “poco probable que se las lleve el viento” y podrían influir en el resultado de las elecciones del 30 de marzo.
El primer ministro dice que las elecciones presentarán un momento decisivo entre él y sus críticos.