Por Daniel Dombey, Estambul
La crisis política en Turquía se profundizó ayer cuando el primer ministro criticó fuertemente a un “traidor” que supuestamente lo grabó a él y a su hijo discutiendo sobre cómo ocultar la riqueza de la familia de los investigadores de corrupción.
Recep Tayyip Erdogan dijo que la grabación era falsa, pero los reclamos de igual manera sacudieron los mercados, con el índice líder en Borsa Estambul cerrando con una caída de 3%. La lira cayó fuertemente frente al dólar antes de recuperarse parcialmente.
Erdogan señaló que la grabación -aparentemente de él y su hijo Bilal discutiendo cómo esconder una gran suma de dinero de una investigación de corrupción- fue el resultado de “edición” y “doblaje”.
“Este es un ataque de traición hacia el primer ministro de la República de Turquía, no vamos a permitir que se salgan con la suya”, dijo a los diputados del partido gobernante.
Una publicación en YouTube de la conversación ha sido vista más de 2 millones de veces en menos de 24 horas después de que fue publicado el lunes en la noche. Es supuestamente de un día en diciembre, cuando se iniciaron las investigaciones.
Ayer por la tarde, los manifestantes contra Erdogan se estaban reuniendo en ciudades de todo el país. “Un primer ministro no puede ser un ladrón”, dijo Kemal Kilicdaroglu, líder de la oposición de Turquía. Indicó además que Erdogan “debe tomar un helicóptero y huir al extranjero o renunciar”.
La cinta parece ser el golpe más reciente en una batalla entre Erdogan y su antiguo aliado, Fethullah Gülen, un predicador con seguidores en el poder judicial de Turquía y el servicio de policía. La disputa ha alcanzado nuevos niveles de dureza ya que las redadas han atrapado a una serie de figuras conectadas al gobierno. El hijo del primer ministro era un foco de la investigación, al igual que cuatro ministros, que desde entonces han dimitido.