Por S. O’Connor/ R. Harding
, Londres/Washington
Estados Unidos está perdiendo su ventaja como una potencia en materia de empleos, donde una gran mayoría de personas tienen un trabajo o están buscando uno, después de que su tasa de participación laboral cayera por debajo de la del Reino Unido por primera vez desde 1978.
Las tendencias divergentes entre EEUU y el Reino Unido ocurren cuando los banqueros centrales en ambos países tratan de entender las dinámicas en sus respectivos mercados laborales, un factor crucial sobre cuánto tiempo deberían mantener las tasas de interés en mínimos récord.
La tasa de participación de la fuerza laboral -la proporción de los adultos que trabajan o buscan trabajo- comenzó a decaer en EEUU en 2000 y se ha desplomado desde 2008 de 66% a 63%. El equivalente a 7,4 millones de personas ya no es parte de la fuerza laboral. La participación en el Reino Unido se ha mantenido notablemente bien a pesar de la prolongada desaceleración del país, y ahora se mantiene en 63,6%, la primera vez en 36 años que ha sido más alta que la tasa de EEUU.
Los economistas fueron sorprendidos por estas tendencias, en particular porque el mercado laboral estadounidense ha sido visto por mucho tiempo como el más resiliente y flexible. “EEUU es más flexible que nosotros y aún así hay este completo contraste”, dijo el profesor de economía de Bath University, Paul Gregg.
Gary Burtless, de Brookings Institution, comentó que EEUU solía sobresalir entre los países ricos por su alta participación de la fuerza laboral, pero ya no es el caso. “EEUU solía tener una reputación por ser muy trabajador”, acotó.
Para EEUU, la participación es crucial para la política monetaria y fiscal, porque afecta la cantidad de excedente de capacidad en la economía. Si parte de las personas que han dejado la fuerza laboral consigue trabajo, entonces la tasa de desempleo, actualmente en 6,7%, está subestimando el excedente de capacidad. Esto podría significar que la Fed mantenga las tasas bajas por más tiempo. Para el Reino Unido, la otra cara de la robusta participación y empleo ha sido un pobre crecimiento de los salarios y productividad. Si la caída en la productividad de los trabajadores prueba ser sólo temporal, el Banco de Inglaterra puede permitirse esperar por más tiempo antes de elevar sus tasas de interés. Pero si es permanente, la economía pronto podría llegar a la capacidad total.