Un brote de gripe se extendió por el Financial Times la semana pasada, dejando tos, fiebre y hectáreas de escritorios vacíos a su paso. Aquellos afectados por la enfermedad hicieron exactamente lo que se supone que los empleados profesionales hacen: tomaron licencia por enfermedad para recuperarse y proteger a sus colegas aún saludables.
Así que pareció especialmente oportuno que Microsoft eligiera esa semana para anunciar planes de exigir a sus contratistas en EEUU dar a los empleados un mínimo de 15 días de vacaciones pagadas y licencia por enfermedad. Esta medida, que se aplica a las empresas con al menos 50 trabajadores, podría afectar a decenas de miles de personas que van desde jardineros y guardias de seguridad hasta consultores de gestión.
Visto cínicamente, podría parecer un truco de relaciones públicas diseñado para poner a la empresa de tecnología en la columna de los "chicos buenos" en el debate político sobre la desigualdad social. Microsoft y otras empresas de tecnología, después de todo, son grandes contribuyentes a la desigualdad debido a la gran riqueza que han generado para sus fundadores y accionistas. Pero este movimiento es menos superficial que la breve campaña de Starbucks en la que los meseros escribían "#racetogether" en las tazas de café de sus clientes para promover la armonía racial.
Los trabajadores estadounidenses trabajan más horas y tienen menos protecciones básicas que prácticamente cualquiera en el mundo desarrollado. EEUU no tiene leyes que requieran pagar las licencias por enfermedad y la licencia por maternidad no sólo es más corta que en muchos otros países, sino que no es pagada.
Algunos estados y ciudades liberales han promulgado sus propios requisitos de licencia, pero los republicanos en el Congreso y muchos grupos empresariales se oponen. Mientras tanto, los sindicatos que una vez pudieron haber luchado por mejores beneficios laborales han perdido poder, en parte debido a la mayor utilización de los contratistas que la política de Microsoft pretende abordar.
Las grandes empresas no suele ser el lugar donde uno buscaría mejoras en la protección de los trabajadores. Pero hay precedentes. Henry Ford ofreció a los trabajadores de su fábrica doblarles el sueldo mínimo y, de ese modo, creó una base de clientes natural para los autos hechos en sus fábricas. Más recientemente, Walmart anunció en febrero que elevaría los salarios por hora en sus tiendas a al menos US$ 9, muy por encima del mínimo federal.
Ambos Walmart y Microsoftdicen que hacer el bien es bueno para ellos: cuanto más felices sean los trabajadores, ofrecerán mejores servicios y serán más productivos.