China recurrirá a sus enormes reservas en moneda extranjera para inyectar US$ 62 mil millones de capital en los "bancos de política" estatales para apoyar sus ambiciosos planes de construir vínculos de infraestructura hacia mercados extranjeros en una "Nueva Ruta de la Seda".
La estrategia de "Un Cinturón, Una Ruta" de Beijing incluye planes para construir carreteras, vías férreas, puertos, gasoductos y otra infraestructura que unirá el sur y el sureste de Asia, Medio Oriente, Asia Central y Europa para crear demanda por las exportaciones industriales de China a la luz de la sobrecapacidad a nivel local.
El plan muestra que los líderes chinos están preparados para movilizar los considerables recursos financieros del país para extender su influencia en Asia. Es probable que profundice la inquietud en las empresas estadounidenses y los círculos de política exterior por la decreciente influencia de EEUU.
Los detalles surgieron mientras el presidente Xi Jinping iniciaba su visita a Pakistán con promesas de US$ 45 mil millones en inversión en infraestructura. Y sigue al éxito diplomático de Beijing en persuadir a 50 países a respaldar al Banco de Inversión en Infraestructura liderado por China, pese a las objeciones de EEUU.
El financiamiento extra de infraestructura podría ayudar a apoyar la debilitada economía china y es probable que la mayoría de los proyectos de construcción en el extranjero sean realizados por empresas chinas. Es probable también que la entrega de mayores préstamos en moneda extranjera ayuden a China a impulsar los retornos financieros de sus reservas en moneda extranjera, que están invertidos ahora mayoritariamente en bonos del Tesoro de bajo rendimiento.
Los tres bancos estatal no comerciales de China -China Development Bank, Export-Import Bank of China, y Agricultural Development Bank of China- son conocidos como los "bancos de política" porque se dedican a financiar infraestructura y otras prioridades de política del gobierno en China y el exterior.