El jefe de la Banco Mundial espera un aumento en el número de personas obligadas a abandonar sus hogares como resultado de los proyectos que financia, cuando la organización redobla el gasto en infraestructura en el mundo desarrollado.
Tres millones de personas en los países en desarrollo se ven afectados directamente por los proyectos que el banco está financiando, con uno de cada seis teniendo que ser reubicado.
Ayer, Jim Yong Kim, el presidente del banco, advirtió que este número podría crecer a medida que el banco trata de enfrentar un "aumento espectacular" en las solicitudes de ayuda y otros proyectos de infraestructura en los países en desarrollo.
Sin embargo, la necesidad de reubicar a la gente para construir represas o carreteras es una realidad ineludible, dijo Kim. Los países en desarrollo deben gastar US$ 1 billón (millón de millones) al año en infraestructura a 2020 para mantener las tasas de crecimiento y satisfacer la demanda, señaló el banco.
El aumento esperado en reasentamientos llega en un momento incómodo para el banco, que desde hace décadas enfrenta críticas de que algunos de los proyectos que ha financiado en el mundo en desarrollo se han asociado con las reubicaciones forzadas y violaciones de derechos humanos.
El banco ha enfrentado en los últimos años competencia para financiar proyectos de infraestructura de China y su propio banco de desarrollo, que muchos críticos acusan de poner menos atención a las cuestiones ambientales, sociales y otras, como el reasentamiento.
En el futuro, se enfrentará a la competencia de un nuevo banco de infraestructura asiático respaldado por China y al New Development Bank financiado por China y otras economías emergentes.
El Banco Mundial también está revisando sus "garantías" sociales y ambientales por primera vez en dos décadas, un proceso que ha tardado cuatro años, y provocado las críticas de los activistas.
La predicción de un aumento en los reasentamientos llega junto con el lanzamiento de una crítica revisión interna de las políticas del banco. Kim dijo que había identificado "grandes problemas" en la forma en que éste manejó la cuestión del reasentamiento. "Hicimos un profundo análisis sobre nosotros mismos acerca del reasentamiento y lo que encontramos me causó profunda preocupación", dijo.
La revisión -terminada en junio, pero que no se divulgó hasta ayer- encontró que las personas obligadas a abandonar sus hogares como resultado de los proyectos financiados por el banco recibieron muy poca compensación, la que llegó demasiado tarde. También encontró que el banco no hizo lo suficiente para asegurarse de que se siguieron sus políticas de reasentamiento.