Compañías chinas podrían verse beneficiadas frente a europeas
Total, Airbus, Siemens y Renault podrían verse obligadas a vender su participación en proyectos en esa nación.
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Londres
Mientras las empresas europeas evalúan las potenciales pérdidas y oportunidades desechadas en Irán, también se preguntan si la gran beneficiada por la salida del presidente Donald Trump del acuerdo nuclear de Irán será China. Empresas como Total, Airbus, Siemens y Renault podrían sentir el peso de las nuevas sanciones de EEUU a Teherán.
Beijing podría verse beneficiado si Total se ve obligada a retirarse de la expansión del campo de gas en el sur de Pars, un proyecto en que la estatal china CNPC tiene un 30% de participación. Según personas con conocimiento del proyecto, si Total se retira, CNPC tomaría la parte de la francesa, si es que logra evitar las sanciones. Total no quiso hacer comentarios.
Ninguna de las grandes empresas europeas con presencia en Irán comentaron ayer, más allá de decir que están intentando entender las implicancias de la decisión de EEUU. Pero las europeas, históricamente, han estado más preocupadas que sus contrapartes chinas sobre la amenaza de sanciones desde Washington.
Las compañías tendrán un período de gracia de al menos 90 días para rebajar sus relaciones con Irán antes de que las nuevas sanciones estadounidenses entren en efecto y, para actividades relacionadas con energía, este período se extendería a seis meses.
Airbus y Boeing, la fabricante de aviones estadounidense, serían otras potenciales perdedoras si se ven forzadas a cancelar las órdenes provenientes de Irán. Douglas Harned, analista de aviación en Bernstein, dijo que el impacto comercial sería mínimo porque Irán representa apenas 2% de la lista de órdenes combinada de las dos empresas.
Sin embargo, cualquier retraso en las entregas sería un golpe grave para Irán, que ha enfrentado ira pública por el estado de sus aviones antiguos. Teherán ha dicho que necesita 500 nuevas aeronaves de pasajeros para renovar la flota, parte de la cual data de antes de la revolución de 1979. Desde entonces, los accidentes aéreos han costado cerca de 1.200 vidas iraníes.