El presidente de EE.UU., Barack Obama,
anunció hoy su decisión de eliminar el plan de construcción de un
escudo antimisiles en Europa tal y como está y en su lugar
introducir un "nuevo enfoque" en el sistema, que tendrá "cambios
radicales".
El mandatario hizo este anuncio en una breve comparecencia desde
la Casa Blanca, después de hablar ayer con el presidente de la
República checa, Jan Fischer, quien esta misma mañana adelantó a la
prensa los planes estadounidenses.
En una declaración ante los medios de apenas tres minutos en la
Casa Blanca, y tras la que no admitió preguntas, Obama afirmó que
"la mejor manera de mejorar la seguridad es desplegar un sistema que
ataje las preocupaciones, sea efectivo, cuente con tecnologías
demostradas y de coste sensato".
"Nuestra nueva arquitectura de defensa antimisiles en Europa
aportará defensas más fuertes, más inteligentes y más rápidas a las
fuerzas estadounidenses y sus aliados" de la OTAN, sostuvo.
Así, Obama anunció un nuevo plan para atajar las posibles
amenazas de misiles balísticos que tendrá sus interceptores en
tierra y mar, "con tecnologías de efectividad demostrada y que podrá
estar en marcha antes que el proyecto anterior".
El presidente estadounidense aseguró que buscará la cooperación
de Rusia en el despliegue del nuevo sistema.
El escudo antimisiles en Europa había sido concebido por la
anterior Administración del presidente George W. Bush para hacer
frente a posibles ataques iraníes, pero había recibido enérgicas
protestas de Rusia, que lo veía como una amenaza contra su
territorio.
La existencia de este proyecto había enfriado sobremanera las
relaciones entre Washington y Moscú, un malestar que amenazaba con
extenderse a la cooperación contra el programa nuclear iraní, entre
otros asuntos.
El proyecto concebido por la Administración Bush tenía previsto
el despliegue de un sistema de radares en la República Checa y una
decena de interceptores en Polonia, para lo que ya se habían firmado
los correspondientes acuerdos bilaterales.