¿Qué hicieron los estadounidenses con las ayudas que recibieron del gobierno federal?
Estudio de las universidades de California en Berkeley, Chicago y Texas en Austin revela que del 15% restante se destinó a alimentos, belleza y otros productos no duraderos.
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Entregar dinero directamente a las personas ha sido la estrategia de varios países durante la pandemia, fórmula que se ha empleado en Estados Unidos durante las últimas tres recesiones.
Con el fin de entender cómo los pagos de US$ 1.200 entregados por el gobierno federal para cada adulto que percibe menos de US$ 75 mil -con US$ 500 adicionales por niño- afectaron el ahorro y consumo en el país, académicos de las universidades de California en Berkeley, Chicago y Texas en Austin elaboraron el estudio "¿Cómo utilizaron los consumidores estadounidenses sus pagos de estímulo?".
Usando datos de las compras diarias de cerca de 90 mil personas, la investigación reveló que si bien "existe una heterogeneidad significativa en términos de cómo responden los diferentes individuos", solo un 15% gastó -o planeaba gastar- la mayor parte del dinero transferido, mientras que del 85% restante, el 33% lo ahorró y el 52% lo usó para pagar deudas.
En el detalle de cómo se gastó el estímulo, cerca del 40% de los montos ya fueron usados, destinando la mayor parte a alimentos, belleza y otros productos no duraderos, lo que según la investigación se explica debido a que por la situación sanitaria "hay menos alcance para el gasto de los consumidores".
Era menos probable que los hogares de menores ingresos y quienes están fuera de la fuerza laboral gastaran sus estímulos, precisa el paper. Y en cuanto al perfil, el texto acota que "quienes gastaron la mayoría de sus cheques fueron aquellos que viven en hogares más grandes, hombres, hispanos y con menor nivel educativo".
En contraste, "era mucho más probable que los afroamericanos informaran que usaban sus cheques principalmente para pagar deudas, al igual que personas mayores, con hipotecas, desempleados y quienes perdieron ingresos debido al Covid-19", señala el documento.
Uno de los autores del estudio es Michael Weber, académico de la Universidad de Chicago, para quien el hecho de que la mayoría usara los pagos para ahorrar y pagar deudas "sugiere que la medida fue menos efectiva de lo previsto por los políticos, pero podría no ser totalmente inesperado".
"La magnitud de las crisis económicas fue tan grande que muchos estadounidenses estaban preocupados por las perspectivas laborales y aumentaron sus ahorros por razones de precaución", plantea el doctor en Finanzas de la Universidad de California en Berkeley, y agrega que "con una gran parte de la población perdiendo su trabajo, ellos tuvieron que financiar las cuentas regulares, incluidas las deudas de tarjetas de crédito o hipotecas, que es lo que vemos en los datos".
¿Y Chile?
A juicio de Weber, "las consecuencias económicas y las preocupaciones generales de salud son ampliamente comparables en muchos países, incluido Chile", agregando que "enviar cheques a los hogares podría no ser muy efectivo si el objetivo es estimular la demanda agregada a través de los consumidores que gastan más en bienes".
Para el académico del Departamento de Economía de la Universidad Diego Portales (UDP), Jorge Sabat, la investigación es "totalmente" aplicable a la realidad nacional, lo que argumenta diciendo que "es cosa de ver lo que pasó con el retiro del 10% del fondo de pensiones".
Adicionalmente, el doctor en Administración de Empresas de la Universidad de Washington plantea que "los estímulos económicos durante las recesiones deberían considerar un mix de políticas", destacando que "las transferencias son rápidas y logran compensar la caída del consumo debido a las caídas de ingresos que ocurren durante las recesiones".
Sin embargo, indica que "también el Estado puede apoyar a través de compras públicas, como lo que se hizo con las cajas de comida en Chile, o realizar proyectos de inversión pública que estaban en carpeta".