Luego de una semana de intensas negociaciones entre la administración de Donald Trump y el Congreso, el Senado de Estados Unidos aprobó ayer por la noche un histórico paquete de alivio económico por el coronavirus, que destinará US$ 2 billones (millones de millones) a acotar los impactos de la pandemia.
La batería de rescate es considerada la más grande en la historia del país, y su próximo paso para convertirse en ley es ser aprobada el viernes por la Cámara de Representantes. Luego de eso, el presidente Trump podrá firmar y promulgar la millonaria iniciativa.
La legislación incluye pagos directos a personas, un seguro de desempleo más fuerte, préstamos y subvenciones a empresas y más recursos de atención médica para hospitales, estados y municipios, para el país que hasta hoy bordea los 70 mil contagiados y ya superó las mil muertes por Covid-19.
El proyecto de ley considera transferencias directas de dinero a millones de estadounidenses, a través de cheques de hasta US$ 1.200 por adulto que gana menos de US$ 75.000 al año. También proporciona US$ 500 mil millones en fondos para ayudar a sectores afectados de la economía, así como más de US$ 350 mil millones en préstamos a pequeñas empresas y US$ 150 mil millones en ayuda a hospitales.
La iniciativa también comprende temas tributarios, ya que permitirá a las empresas pagar sus impuestos de nómina de 2020 hasta fines de 2022. Las compañías tendrán que pagar el 50% a fines de 2021. Estos impuestos sobre la nómina representan casi una cuarta parte de los ingresos del gobierno federal, estatal y local.
Una de las piedras de tope durante las negociaciones fue que los demócratas argumentario que las propuestas impulsadas por el gobierno eran demasiado generosas con las grandes empresas, y habían pedido límites a las recompras de acciones y la compensación ejecutiva en las compañías rescatadas.
Por lo tanto, un punto clave para alcanzar el acuerdo fue la supervisión de un fondo de US$ 500 mil millones que otorgaría préstamos a empresas, ciudades y estados, incluidos US$ 25 mil millones para aerolíneas comerciales.
Previo a la discusión de esta última iniciativa del gobierno, los legisladores ya habían aprobado dos leyes para responder a la crisis. La primera consta de US$ 8,3 mil millones en fondos médicos de emergencia y la segunda de US$ 100 mil millones para ampliar las licencias pagas y el seguro de desempleo, pero ambos quedaron eclipsados por el alcance del tercer paquete.