Inflación en Argentina supera las expectativas en abril y acumula un aumento de más de 46% en el último año
En abril, el IPC aumentó 4,1% en comparación a marzo, tres décimas por encima de las perspectivas de los analistas.
- T+
- T-
No solo en Estados Unidos, sino que también en América Latina los temores por las presiones inflacionarias se han vuelto tema de cada día.
La tarde de este jueves, Argentina reportó su Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, el cual subió un 4,1% en dicho mes respecto a marzo.
El dato reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) estuvo por sobre el 3,8% que estimaban analistas consultados por Reuters, pero al mismo tiempo, fue más bajo que el 4,8% que se había registrado en marzo.
En los cuatro primeros meses del año, la inflación acumula un alza de 17,6% -todavía muy lejos del 29% proyectado por el Gobierno para este año-, mientras que en los últimos doce meses el incremento ha sido de 46,3%. Por su parte, la inflación núcleo -bienes y servicios que no se ven afectados por efectos estacionales- llegó a 4,6%.
Según el reporte del Indec, el mayor incremento llegó desde las prendas de vestir y calzado, con una subida de 6% en abril, mientras que para el transporte el salto respecto al mes previo fue de 5,7%, destacando las alzas en adquisición de autos, combustibles y taxis.
La categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas, en tanto, aumentó 4,3% -destacando el crecimiento de leches, productos lácteos y huevos; aceites, grasas y manteca; café, té, yerba y cacao; pan y cereales; y carnes y derivados-, alza similar a la de equipamiento y mantenimiento del hogar.
"La inflación ha aumentado visiblemente desde el cuarto trimestre de 2020 a pesar de la débil demanda interna, el alto desempleo, los salarios reales deprimidos y los estrictos controles de precios y tipos de cambio", planteó en un comentario Tiago Severo, de Goldman Sachs, quien agregó que "dichos controles y las distorsiones resultantes en los precios relativos han creado una buena cantidad de inflación reprimida en el sistema, manteniendo las expectativas de inflación mal ancladas y complicando la tarea de las autoridades de reducir permanentemente la inflación".
A su juicio, "los funcionarios parecen dispuestos a reforzar esta estrategia antes de las elecciones de mitad de período de noviembre, especialmente reduciendo la deriva de la depreciación del tipo de cambio oficial del dólar".
De acuerdo a lo planteado por el economista, "la inflación alta y acelerada es uno de los desafíos macroeconómicos clave que enfrenta el gobierno en esta etapa, y una responsabilidad política significativa para la coalición gobernante". Por lo tanto, "además de endurecer los controles de precios y tipos de cambio, es posible que las autoridades también necesiten revisar las posiciones de la política fiscal y monetaria con el objetivo de ofrecer un ancla básica a la inflación y las expectativas de inflación en el futuro", advierte.
El resto de la región
A juicio de la directora general de soberanos de Fitch Ratings, Shelly Shetty, Latinoamérica enfrenta "presiones inflacionarias desiguales". En un comentario publicado ayer, la experta indicó que "la tasa de inflación está aumentando en algunas partes de América Latina", lo que se explica por el aumento de los precios de las materias primas y los alimentos, la recuperación económica y los efectos básicos de la baja inflación del año pasado.
"Sin embargo, las brechas de producción negativas y las condiciones débiles (aunque en recuperación) del mercado laboral están frenando las presiones de precios más amplias", dijo, agregando que "el ritmo de recuperación y la tasa de cierre de la brecha del Producto determinarán la dinámica de la inflación subyacente".
La economista planteó que "la inflación más alta pondrá a prueba a los bancos centrales de la región", algo que comparte, en parte, Oxford Economics. El economista jefe para América Latina de la consultora, Marcos Casarin, planteó que México y Brasil serán los primeros en subir las tasas de interés, algo que ocurriría este año. Pero, fuera de ellos, indica que "las perspectivas de inflación parecen bastante benignas, por lo que creemos que las subidas de tipos son más una historia de 2022 en Chile, Perú y Colombia".
Pese a este análisis, el economista advirtió que "la inflación dentro del objetivo no garantiza que los bancos centrales se mantengan firmes".
"Consideramos que este rebasamiento actual de la inflación es cíclico en lugar de estructural, y la mayoría de las economías latinoamericanas aún operan muy por debajo de su potencial. Por lo tanto, las próximas subidas deben verse como una retirada del estímulo más que como un endurecimiento abrupto", precisó.