IFO retrasa recuperación económica de Alemania a mediados 2022 por pandemia

El instituto económico alemán IFO rebajó hoy su previsión de crecimiento de la economía alemana para el año que viene en 1,4 puntos porcentuales y retrasa así la esperada recuperación en 2022 debido a los problemas de suministro y la cuarta ola de la pandemia.

"Los problemas de suministro persistentes y la cuarta ola de la pandemia frenan la economía alemana de manera perceptible. La fuerte recuperación esperada inicialmente para 2022 se aplaza hacia más adelante", indicó Timo Wollmershäuser, responsable de pronósticos coyunturales del IFO.

Así, el IFO prevé que el producto interior bruto (PIB) alemán crecerá en 2022 ya sólo un 3,7%, mientas que este año lo hará un 2,5%.

Por contra, el instituto corrigió al alza en 1,4 puntos porcentuales sus pronósticos para 2023 respecto a su previsión precedente, con un avance de la economía del 2,9%.

En el trimestre en curso, el PIB se contraerá un 0,5% respecto a los tres meses anteriores y a comienzos del año que viene se estancará, sostiene el instituto.

La recuperación comenzará a mediados de 2022

Así, en los meses de primavera y verano del año que viene "comenzará una fuerte recuperación a medida que amaine la ola del coronavirus y se acerque gradualmente el final de los problemas de suministro", agregó Wollmershäuser.

El Gobierno alemán, algo más optimista, había corregido a la baja a finales de octubre las perspectivas de crecimiento para 2021 del 3,5% pronosticado en primavera al 2,6%, debido a los problemas de suministro y los elevados precios de la energía, pero al alza las de 2022, del 3,6% al 4,1%.

El IFO espera que la producción repunte notablemente en el segundo y tercer trimestre de 2022 -un 2,3% y un 1,8%, respectivamente- para estabilizarse luego lentamente en un crecimiento medio.

También la tasa de inflación volverá a crecer, del 3,1% previsto para este año, al 3,3% en 2022, debido en gran medida al aumento de los costes derivados de los problemas de suministro, así como a la adaptación retardada a la subida de los precios de la energía y las materias primas.

Habrá que esperar a 2023 para ver una normalización de la inflación al 1,8%.

Por otra parte, la tasa de desempleo se situará este año previsiblemente en el 5,7 % y caerá en 2022 al 5,2 % y en 2023, al 4,9 %.

Así, en 2022, el número de empleados aumentará en 2022 en alrededor de 409.000 y en 2023 en unos 311.000, después de que ya en 2021 creciera en 97.000 respecto al año anterior, según los pronósticos del IFO.

El instituto prevé que el número de empleados en "Kurzarbeit", régimen en el que el Estado asume temporalmente entre el 60 y el 87% del salario que deja de percibir el trabajador por reducción de jornada, se contraiga de los cerca de 1,7 millones este años a unos 313.000 en 2022 y 74.000 en 2023.

En febrero de 2020, antes de la pandemia de coronavirus, la cifra de empleados en "Kurzarbeit" estaba en 134.000, en marzo se disparó a 2,6 millones y en abril alcanzó la cifrá récord de seis millones.

En tanto, el déficit público del conjunto del Estado se situará este año en 162.000 millones de euros y para 2022 y 2023 se espera que retroceda a más de 80.000 millones y 20.000 millones, respectivamente.

Alemania frente a un "duro invierno"

El gobierno alemán, por su parte, considera que la economía alemana se enfrenta a un "duro invierno" condicionado por la dinámica de contagios en esta cuarta ola de la pandemia.

Después de un crecimiento del PIB del 1,7% en el tercer trimestre, el Ministerio de Economía prevé para los últimos tres meses del año únicamente una débil evolución, según publica hoy en su informe mensual de diciembre.

Por otra parte, la industria sigue afectada por los problemas de suministro y los elevados costes de abastecimiento.

Aún así, la producción aumentó de nuevo notablemente en octubre -un 2,8 %- sobre todo en el sector automotriz, un primer indicio de que las empresas están aprendiendo a lidiar con los problemas de suministro, indica el ministerio, que confía que esta escasez quede solventada pronto.

Por otra parte, el gobierno espera que la inflación, que en noviembre se disparó hasta el 5,2% interanual, nivel máximo en casi treinta años, se reduzca considerablemente cuando los efectos de base derivados de la rebaja temporal del IVA en el segundo semestre del año pasado y el fuerte aumento de materias primas en el mercado global ya no tenga gran impacto.